Nuestro país ha sido bendecido con una riqueza y diversidad natural y cultural increíble que lo hacen uno de los lugares más visitados del mundo. En 2019 (antes del covid-19) México recibió a más de 43 millones de visitantes, situándose en el grupo de los diez países más visitados del mundo. A pesar de ello, aún no hemos encontrado la manera de capitalizar el sector turístico como una palanca de desarrollo y bienestar para el país. Sin duda nuestro sector turístico es innovador y la forma en la que se han desarrollado los polos turísticos del país ha mejorado sustancialmente en años recientes. Sin embargo, aún es común ver altos grados de marginación, pobreza y deterioro ambiental en las ciudades en donde se encuentran los complejos turísticos más sofisticados, lo que nos polariza y empobrece.
Lo anterior es importante para todos los estados del país, pero tiene mucha mayor relevancia para Nayarit. Nayarit es un estado pequeño en términos poblacionales (1.3 millones de habitantes), cuya economía depende importantemente del turismo. La Tabla 1 muestra el promedio de turistas registrados en los 32 estados del país entre 2009 y 2019. Es posible ver que Nayarit se encuentra a la mitad de la tabla, lo que nos da una idea del gran potencial de crecimiento turístico que puede alcanzar el estado.
Tabla 1. Promedio de turistas por estado, 2009-2019
Esto es precisamente lo que está ocurriendo. En años recientes Nayarit ha experimentado un crecimiento marcado del número de turistas extranjeros y nacionales que visitan el estado. La Figura 1 muestra la tendencia de crecimiento del turismo en el estado con respecto a la del resto de los estados del país. En esta comparación es posible distinguir que: 1) el número de turistas en el estado está creciendo de manera sostenida, y 2) esta tendencia de crecimiento es una de las más acentuadas en el país.
Figura 1: tasa de crecimiento turistas nacionales y extranjeros, 2006-2019
Podemos esperar en los siguientes años un crecimiento bastante importante del sector turístico en Nayarit y, por tanto, un crecimiento importante de su economía. Sin embargo, ¿está listo el estado para aprovechar este auge económico? Si consideramos algunos indicadores sociodemográficos como la informalidad laboral (lugar 16 a nivel nacional), el índice de progreso social (lugar 17 a nivel nacional) y la pobreza laboral (31.4 % de su población), es posible concluir que Nayarit no cuenta aún con las condiciones para poder aprovechar exitosamente este boom económico y que, a pesar de la grandes inversiones en ejecución, muchos de los habitantes del estado no serán beneficiados de manera sustancial por este crecimiento turístico.
No es claro que los candidatos a gobernador del estado tengan claro que este auge se está suscitando y su potencial importancia para el futuro del estado. Tampoco existen ideas concretas en sus plataformas de campaña sobre cómo regular el crecimiento del sector turístico de manera que éste perdure de manera sostenible en el largo plazo y, más importante aún, que sirva como una palanca para desarrollar otros sectores y proveer de mejores servicios a la población.
Existen muchas ideas para aprovechar un auge turístico como este de manera sostenible. Hay tres me parecen particularmente relevantes para Nayarit. En primer lugar, los polos de desarrollo turístico del estado requieren de planificación urbana detallada, ambiciosa y hecha para el largo plazo. No es difícil encontrar en la prensa reportes de exclusión de algunos desarrollos turísticos sobre la población local. Esto es simplemente inaceptable en nuestro tiempo; el costo de desarrollar infraestructura urbana eficiente y atractiva para la población (e. g., ciclovías, alumbrado público, banquetas, parques) es minúsculo si lo comparamos con la inversión ejecutada en los desarrollos turísticos. Hacer de estos polos no sólo un oasis de descanso, sino también un ejemplo de urbanidad es algo que genera beneficios para la población y produce beneficios para los inversionistas turísticos.
En segundo lugar, dado que el éxito turístico depende de la riqueza ambiental del estado, es importantísimo que el desarrollo turístico sea acompañado de las inversiones y regulaciones ambientales necesarias para la conservación y monitoreo de sus ecosistemas. Dadas las carencias a nivel federal, el estado debe buscar desarrollar las capacidades institucionales que le permitan cumplir con esta misión de manera exitosa.
Finalmente, Nayarit tiene que articular una visión que le permita definirse más allá de un estado turístico, ¿qué sigue después? Y más importante: ¿qué inversiones se tienen que hacer hoy para diversificar la economía del estado en el futuro? Responder a estas inquietudes requiere, sin duda, de una estrecha coordinación con la Federación, especialmente respecto a cómo se reinvierten los recursos fiscales derivados de la actividad turística. Pero también requiere de cambios regulatorios locales y la articulación de iniciativas público-privadas que contribuyan a fortalecer la infraestructura crítica del estado (i. e., educación, salud, comunicación).
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Edmundo Molina Pérez
Profesor-investigador de la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tecnológico de Monterrey.
