La agenda política nacional está cada día más concentrada en la elección presidencial de 2024. Sin embargo, antes de que arranque propiamente esta carrera, aún queda una parada obligada: las elecciones del próximo 4 de junio para elegir a un gobernador en Coahuila y a una gobernadora en el Estado de México. Esta última es particularmente interesante, por su población —uno de cada ocho mexicanas y mexicanos viven en esta entidad— y porque pareciera reflejar la realidad polarizada nacional, pues es la primera elección a un puesto tan relevante en la que sólo compiten dos personas.
El Estado de México es una de las tres entidades gobernadas actualmente por un militante del PRI y es uno de los dos estados —junto con Coahuila— que no han tenido alternancia partidista. Durante la campaña, Alejandra del Moral, la candidata de la Coalición conformada por el PRI, PAN, PRD y el Partido Nueva Alianza, y Delfina Gómez, la candidata común de Morena, PT y PVEM han presentado sus propuestas sobre economía y empleo, seguridad y justicia, educación y medio ambiente. En este artículo, quiero concentrarme en el primer tema para describir un brevísimo panorama de la realidad que viven 17 millones de mexiquenses, para cerrar con una reflexión del proceso electoral que se nos viene encima.
Una rápida revisión de los principales indicadores económicos del Estado de México muestra que se trata de una de las economías más importantes del país con una gran población y, pese a ello, presenta un desempeño económico por debajo del promedio nacional. Además, el bajo nivel de ingresos promedio de sus habitantes contrasta con la realidad de entidades cercanas como la Ciudad de México, con la que comparte un intenso intercambio.
Una economía por debajo del promedio nacional
Nueve de cada 100 pesos generados en México provienen del Estado de México. Es la segunda entidad que más aporta al PIB nacional, sólo superada por la vecina Ciudad de México. No obstante, el PIB per cápita de la entidad —es decir, el PIB dividido entre el número de habitantes—, equivale apenas al 67 % del PIB per cápita a nivel nacional. Mientras que el PIB per cápita a nivel nacional está alrededor de los 154 000 pesos, en el Estado de México está en 103 000 (Datos de Inegi a pesos de 2023).
Una aproximación más clara podría ser el ingreso promedio. A nivel nacional, el ingreso promedio mensual de los hogares es de 20 364 pesos (estimaciones de 2020 a pesos de 2023). El ingreso promedio en el Estado de México es muy similar con 20 085 pesos. Sin embargo, la mitad de los hogares mexiquenses tienen ingresos por 13 500 pesos menos, de acuerdo con el Inegi.
Apenas el 5 de mayo, la Organización Mundial de la Salud declaró el fin de la emergencia sanitaria por la pandemia de covid-19. La economía del país se contrajo 8.2 % en 2020, el primer año de la emergencia, y recuperó el tamaño que tenía antes de esta crisis en el tercer trimestre de 2022. Para abril de 2023, reportó un crecimiento anual de 3.8 % y registró un nivel máximo histórico, superando el tamaño que tenía en el segundo trimestre de 2019.
El Estado de México recuperó el tamaño de su economía previo a la pandemia en el cuarto trimestre de 2022 e incluso reporta un crecimiento de 1.9 % con respecto al nivel que tenía en el primer trimestre de 2020, antes de que comenzara la emergencia. Comparado con otras entidades federativas es relevante señalar que está entre las 20 que ya superaron el punto en el que estaban antes de la pandemia, pero 13 estados reportan tasas de crecimiento más altas.
Otra de las preocupaciones nacionales en materia económica es la inflación. A nivel nacional, ha registrado mes con mes tasas anualizadas de más de 6 % desde abril de 2021. Sin embargo, en abril de 2023 se ubicó en 6.25 %, el incremento más bajo desde octubre de 2021. El Estado de México registró 5.5 % y fue la segunda entidad con menor inflación anual del país, únicamente superada por Querétaro (5.4 %).
Además de los indicadores macroeconómicos, también es relevante dimensionar el problema de pobreza que enfrenta el estado. En 2020, prácticamente la mitad de las personas en la entidad estaban en situación de pobreza (48.9 %). Esto quiere decir que tenían por lo menos una de las seis carencias sociales señaladas por Coneval y un ingreso por debajo de 4305 pesos para las zonas urbanas y 3106 para zonas rurales. Además, 8 de cada 100 personas en la entidad están en pobreza extrema; es decir, que tienen más de tres carencias y obtienen ingresos por menos de 2174 pesos en zonas urbanas por persona o 1667 para zonas rurales (considerando los datos estimados por Coneval para abril de 2023).
Las dificultades del empleo en el Estado
En cuanto a empleo, el Estado de México tiene una tasa de desocupación de 4.46 % de la Población Económicamente Activa (PEA), al cuarto trimestre de 2022. Se trata de la segunda tasa de desocupación más elevada de las 32 entidades federativas, sólo superada por la Ciudad de México, con 4.53 %. Hasta abril, se habían generado poco menos de 23 000 empleos formales —es decir, registrados ante el IMSS— durante 2023 en el Estado. México, ¿cómo vamos? estableció como meta para la entidad lograr al menos 52 700 nuevos empleos hasta este punto del año para cubrir a las nuevas personas que se incorporan a la economía. Los 23 000 nuevos empleos registrados representan apenas 42 % de ese objetivo.
En contraste con el empleo formal, la informalidad implica un empleo sin prestaciones laborales o sin vínculos formales con el patrón. Esta condición coloca en mayor desventaja a las personas porque vuelve incierta su estabilidad laboral y normalmente implica una menor remuneración. En el Estado de México, 55 % de las personas trabajan en la informalidad. Esta proporción está por encima del promedio nacional de 51 % y de la vecina Ciudad de México (45.6 %). No obstante, la tasa de informalidad de las otras entidades del Valle de México —Hidalgo, Morelos, Tlaxcala y Puebla— son mayores.
En este punto, es relevante considerar la proporción de personas que laboran en el sector informal. El salario mínimo está ligeramente por encima de los 6300 pesos mensuales. Considerando que en promedio, cada hogar está integrado por 3.5 personas, de las cuales al menos dos trabajan, bastan dos ingresos de salarios mínimos para cubrir las necesidades alimentarias de todos los integrantes de un hogar. Así, un empleo en el sector formal es garantía de rebasar este umbral. Sin embargo, son las personas sin prestaciones o empleos fijos las que cuentan con ingresos por debajo del salario mínimo y, por tanto, se ubican por debajo del umbral de la pobreza laboral.
Uno de los indicadores más preocupantes en materia de empleo es la pobreza laboral, que identifica a la proporción de personas cuyos hogares no cuentan con los ingresos laborales —sin considerar programas sociales u otras fuentes de ingreso como remesas— para cubrir las necesidades alimentarias mínimas de todos sus integrantes. A nivel nacional, esta proporción es de 38.5 %. En otras palabras, más de una de cada tres personas en el país no tiene ingresos suficientes para cubrir sus necesidades alimentarias, a pesar de tener un trabajo. En el Estado de México esta proporción es de 37.2 % y está muy cercana al nivel nacional.
El reto presupuestal
Para 2023, el gobierno del Estado de México cuenta con un presupuesto superior a los 356 000 millones de pesos. Considerando la población de poco menos de 17 millones de personas, los recursos que gastará el gobierno estatal este año alcanzan para que cada habitante de la entidad obtuviera alrededor de 20 000 pesos, si lo dividiéramos paritariamente. Las secretarías de Trabajo, Desarrollo Social y Desarrollo Económico suman un presupuesto de más de 11 400 millones de pesos.
Así, el reto es atender a la concentración de población más alta de todo el país: como mencioné antes, una de cada ocho personas vive en el Estado de México. Por ejemplo, al revisar los recursos asignados a cada entidad federativa desde el presupuesto federal, el Estado de México es la entidad que más transferencias tiene, con más de 263 000 millones de pesos. No obstante, al comparar estos recursos tomando en cuenta a la población, el Estado es la cuarta entidad con menos recursos federales transferidos por habitante. El Estado de México recibe poco menos de 15 500 pesos por habitantes, mientras que el promedio de las 32 entidades es de 17 740 pesos.
El debate del próximo 18 de mayo entre las candidatas a la gubernatura del Estado de México enfrentará a dos modelos diferentes de gobierno para atender el crecimiento de la economía, el avance de los empleos formales y la reducción de la pobreza. Ambos modelos pueden ser evaluados no por sus promesas, sino por sus resultados: por un lado, está el grupo político que hasta este momento ha gobernado la entidad; y por el otro, está el movimiento político y social al frente del gobierno federal desde 2018.
Esta elección de gubernatura no sólo definirá el futuro de las personas que habitan la entidad, también marcará el inicio de la contienda electoral por la presidencia de la república en 2024 entre las dos propuestas políticas que hoy están representadas en las boletas mexiquenses.
La información completa del panorama económico del Estado de México es actualizada constantemente por México, ¿cómo vamos? en su sitio en línea.
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Ricardo Alvarado Andalón
Politólogo por la UNAM y el CIDE
Este texto es una colaboración entre México, ¿cómo vamos? y nexos.