La realidad de las personas intersexuales enfrenta a médicos, formuladores de políticas y burócratas con la existencia de una diversidad que va más allá de la idea binaria de dos sexos biológicos (masculino y femenino). Estas variaciones de sexo han sido reconocidas desde la historia antigua, reflejadas en figuras épicas como Hermafrodito en la mitología griega o Ardhanarishvara en el hinduismo.
Sin embargo, hoy en día quienes nacen con características sexuales -incluyendo variaciones en los genitales, hormonas, cromosomas o anatomía interna- que no se ajustan a los cuerpos masculinos o femeninos típicos enfrentan varios desafíos que van desde la invisibilidad hasta la discriminación e intervenciones médicas no consensuadas para “corregir” estas variaciones, que a menudo resultan en daños irreversibles como infertilidad y estrés psicológico.
Si bien las políticas y desigualdades LGBTIQ+ han recibido una atención cada vez mayor –incluida una mayor protección para las personas transgénero (individuos cuyo género actual no coincide con el sexo asignado al nacer)–, las cuestiones intersexuales permanecen en gran medida ocultas y la condición de intersexual no suele medirse en encuestas de población o registros de salud.
En nuestro estudio, el primero en utilizar una encuesta representativa a nivel nacional, documentamos resultados negativos sustanciales para las personas intersexuales.
Utilizamos una encuesta representativa a nivel nacional en México y encontramos que aproximadamente el 1.6% de las personas de 15 a 64 años son intersexuales, en línea con estimaciones anteriores del 1.7% en la literatura médica. Luego documentamos los desafíos clave que enfrentan las personas intersexuales a lo largo de su vida, como tasas más altas de intimidación, estigmatización, acoso y violencia, que afectan su bienestar y resultados socioeconómicos en comparación con hombres y mujeres no intersexuales (endosexuales).
Avances políticos en México
México ha logrado recientemente avances significativos en la promoción de los derechos LGBTQ+. Por ejemplo, en 2024 el Senado mexicano aprobó un proyecto de ley que prohíbe en todo el país la mal llamada terapia de conversión, una práctica pseudocientífica dañina que intenta cambiar la orientación sexual o la identidad de género de una persona.
Además, el matrimonio entre personas del mismo sexo ahora es legal en todo el país, luego de una serie de aprobaciones a nivel estatal que culminaron con la legalización de Tamaulipas en 2022. También ha introducido una marca de género “X” en los pasaportes para aquellos que no se identifican únicamente como hombre o mujer.
A nivel federal, México también ha implementado un protocolo para promover el acceso no discriminatorio a la atención médica para personas LGBTIQ +. Además, algunos movimientos locales y esfuerzos de defensa LGBTIQ+ han mejorado gradualmente la conciencia.
Brújula Intersexual, una organización voluntaria para personas intersex, desempeñan un papel vital en la creación de conciencia y la defensa de los derechos humanos y la autonomía corporal de las personas intersexuales en México y en toda América Latina. A pesar de estos avances, las protecciones específicas para las personas intersexuales siguen siendo insuficientes.
Desafíos en el acceso a la salud y a los mercados laborales
Utilizamos datos de la Encuesta Nacional sobre Diversidad Sexual y de Género (ENDISEG) en México, la primera encuesta representativa a nivel nacional realizada por una oficina nacional de estadística en un país en desarrollo con el objetivo de centrarse en la población LGBTIQ+. Nuestra muestra final incluye alrededor de 35, 000 encuestados de entre 15 y 64 años, con más de 600 personas que reportaron haber nacido con alguna variación en su cuerpo relacionada con su sexo.
Las personas intersexuales enfrentan tasas significativamente más altas de estigmatización y acoso en comparación con sus contrapartes endosexuales, tanto en la niñez como en la adolescencia (Figura 1).
Estas primeras experiencias adversas se convierten en la base de la discriminación y el acoso continuos en la edad adulta. Por ejemplo, las personas intersexuales tienen más probabilidades de sufrir negación de atención médica y acceso a baños públicos.
Además, las personas intersexuales enfrentan barreras sustanciales para formar relaciones íntimas y reportan niveles más altos de insatisfacción con la vida (Figura 2).
Los problemas de salud mental son notablemente más prevalentes entre las personas intersexuales, incluidas tasas más altas de insomnio, depresión e ideación suicida, probablemente relacionadas con experiencias estigmatizantes y traumáticas de la infancia.
En términos de educación y mercado laboral, las personas intersexuales alcanzan niveles educativos más bajos y enfrentan entornos laborales tóxicos y desafiantes. De hecho, aunque la tasa de participación de las personas intersexuales en la fuerza laboral es mayor que la de las mujeres endosexuales, es menor que la de los hombres endosexuales. Los trabajadores intersexuales también enfrentan una mayor exclusión y acoso en el lugar de trabajo, lo que afecta negativamente su bienestar y satisfacción laboral.
La necesidad de datos y políticas inclusivas
Estos hallazgos son relevantes para las políticas, ya que los gobiernos , las organizaciones internacionales y de la sociedad civil están trabajando cada vez más para abordar las violaciones de derechos humanos y la discriminación que enfrentan las personas intersexuales y LGBTQ+.
Los avances políticos clave incluyen la importancia del reconocimiento y la protección legal, que pueden lograrse mediante la implementación de leyes no discriminatorias y la prohibición de prácticas nocivas como las intervenciones médicas no consentidas en bebés y lactantes.
La recopilación exhaustiva de datos es un componente esencial de una política eficaz. Son necesarias encuestas representativas a nivel nacional, como las realizadas en México, para recopilar datos precisos sobre las poblaciones intersexuales y LGBTIQ + e informar intervenciones específicas.
El análisis de los datos a lo largo del tiempo puede generar investigaciones más matizadas que puedan contribuir a la formulación de políticas inclusivas y equitativas donde nadie se quede atrás.
Te invitamos a leer este artículo en Animal Político.
Nota: Es blog está basado en el working paper de los autores titulado The Lives of Intersex People: Socio-Economic and Health Disparities in Mexico. Una versión en inglés de este texto ha sido publicada en el IGC blog.
Sobre los autores:
Ercio Muñoz (@ercio) es economista en la División de Género y Diversidad del Banco Interamericano de Desarrollo. Ha trabajado en el Banco Central de Chile, en el Stone Center on Socioeconomic Inequality en New York y el Banco Mundial. Recibió su doctorado en Economía en el Graduate Center de la City University de Nueva York.
Melanie Saavedra es Profesora Instructora del Departamento de Economía de la Universidad de Chile, Ingeniera Comercial y Magíster en Economía por la misma universidad. Ha enseñado cursos de microeconomía, economía aplicada y organización industrial. Además, es consultora del Banco Interamericano de Desarrollo y ayudante de investigación en diversos proyectos.
Dario Sansone (@SansoneEcon) es Profesor Asistente con tenure en Economía en la Escuela de Negocios de la Universidad de Exeter en el Reino Unido. Recibió su doctorado en Economía de la Universidad de Georgetown. Trabajó como Investigador Postdoctoral en la Universidad de Vanderbilt y como consultor para varias organizaciones, como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo.