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Pemex: retos y oportunidades del nuevo plan de hidrocarburos

  • Pemex sigue atrapado en una problemática estructural compleja, por la enorme ineficiencia operativa y el elevado endeudamiento. Hoy más que nunca se vuelve fundamental la participación de la inversión privada para lograr los objetivos de producción de Pemex.
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FOTO: EDGAR NEGRETE/CUARTOSCURO.COM

Los datos

Mucho se ha argüido y discutido sobre lo que significa Pemex para las finanzas públicas. Hay más interrogantes que certezas, pues a pesar de que la petrolera está sujeta en un nuevo marco normativo, no pareciera solucionar la problemática de fondo.

Los resultados del 2024 fueron negativos, y nuevamente fue evidente la delicada situación de Pemex. En el cuarto trimestre del año registró una pérdida neta por 191 mil millones de pesos, mientras que para el año completo la pérdida neta fue por un monto de 621 mil millones de pesos, representando el 1.8 % del PIB, y resulta ser la mayor pérdida en una década, incluyendo 2020, año atípico por la pandemia y el cierre de las actividades económicas.

La compleja situación operativa se observa en todos los renglones empezando por la producción; el gobierno no ha logrado estabilizarla, pues los hidrocarburos líquidos (que incluye producción de crudo como condensados) se ubicaron en 1.68 millones de barriles diarios, lo que representa una caída de 10.0 % respecto al cuarto trimestre de 2023. Para el año completo la producción ascendió a 1.77 millones de barriles diarios, mostrando una reducción del 6.2 % y muy lejos de los objetivos delineados en el 2018 con el plan de rescate de Pemex, que estimaba un incremento en la producción de 2.69 millones de barriles diarios. La caída en la producción deja en evidencia la falta de inversión y el revés que ha significado el cambio de estrategia en materia energética.

El error: refinación

Desde hace varios años el viraje sobre el destino de la petrolera ha resultado en un deterioro constante de los resultados operativos. Por segmentos, en Exploración y Producción (E&P), que había sido el segmento rentable y generador de utilidades, perdió 37 mil millones de pesos en el 2024 ante los menores precios, la reducción en producción y la caída en las ventas de exportación. Pero la verdadera problemática reside en Transformación Industrial (TI), segmento que demuestra la quema constante de flujo de efectivo, pues al cierre del 2024 arrojaba una pérdida bruta de 215 mil millones de pesos y a nivel neto una pérdida de 585 millones de pesos. Para ser más claros lo que significan estos números, a Pemex refinación (TI) le cuestan más los insumos que usa para producir gasolinas que el precio al que las vende.

Estos resultados muestran que la ideología sobre la soberanía energética es una falacia, y una enorme oportunidad de darle reversa al destino de lo que Pemex explota y dedica a la demanda interna. Para dejar de perder dinero hay que dejar de refinar.

La deuda y la abultada carga de proveedores

La deuda total de Pemex cerró al cuarto trimestre de 2024 en 2 mil millones de pesos o 100 mil millones de dólares, representando el 5.8 % del PIB. El saldo con proveedores ascendió a la friolera de 24 mil millones de dólares, que comparado con el registro que se tenía en el 2018 se multiplicó por tres veces. Pareciera que en los últimos años Pemex modificó su estructura financiera de financiar sus operaciones con el mercado (porque le resulta sumamente oneroso) a hacerlo a través de sus proveedores.

El panorama y la situación de Pemex es sumamente complejo a nivel financiero. En ese sentido, vale la pena revisar los apoyos del gobierno federal, la estrategia operativa de la empresa y los cambios en las leyes y regulaciones.

En 2025, en el presupuesto de Egresos de la Federación se prevén aportaciones por 136 mil millones de pesos para la amortización de deuda, a un tipo de cambio de 20.5 pesos por dólar, que representan 6.6 mil millones de dólares, nivel suficiente para cubrir vencimientos, aunque deja clara la enorme dependencia de la administración pública para poder mantener a Pemex a flote.

El plan 2025-2030

Recientemente se modificó el marco normativo de la petrolera y la definición de ser una empresa productiva del Estado, cuyo objetivo también incluía generar utilidades, a ser una empresa pública del Estado, cuya finalidad no es ganar dinero y que no es considerada un monopolio. Lo que habla más explícitamente del apoyo que continuará necesitando del gobierno al no perseguir fines económicos.

Sin embargo, pareciera que, aunque de manera muy discreta, hay una prelación de la lógica económica sobre los ideales políticos, pues se percibe un ligero cambio en la política energética. Esta administración reconoce la imperiosa necesidad de capital (recursos), mientras que el erario público se comprometió a lograr la consolidación fiscal. En ese tenor resulta indispensable convencer a los privados de invertir en la petrolera. La nueva legislación propone abrir la puerta al capital privado en inversiones mixtas o designaciones directas a través de tres figuras: asignaciones para desarrollo propio, las asignaciones para desarrollo mixto y los contratos para la exploración y extracción. Sin embargo, el enorme reto reside en incentivar a la inversión privada de la mano con el Estado, con un socio estratégico como Pemex, y demostrar que es un socio confiable para atraer inversiones, aunque tiene una vulnerabilidad considerable. Hoy más que nunca se vuelve fundamental la participación de la inversión privada para lograr los objetivos de producción de Pemex.

En términos de carga tributaria, se estableció un nuevo derecho diseñado como regalía sin posibilidad de deducciones, que reemplaza a los tres derechos anteriores: derecho de exploración, derecho de extracción de hidrocarburos y derecho por utilidad compartida, los cuales se consolidan en el derecho petrolero para el bienestar, con tasas del 30 % para hidrocarburos y 11 % para gas natural no asociado, con una fórmula que varía en función del precio.

Pemex sigue atrapado en una problemática estructural compleja, por la enorme ineficiencia operativa y el elevado endeudamiento. Posiblemente a la vuelta del tiempo se permita más abiertamente la inversión privada en el sector energético y que sea algo más que un viraje discreto de esta administración.

Te invitamos a leer este artículo en Animal Político.

* Alejandra Marcos Iza (@alemarcosi) es Directora de Análisis y Estrategia de Intercam Grupo Financiero, Embajadora y miembro de la mesa directiva de Mujeres en Finanzas (MEF) y experta México, ¿cómo vamos?

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