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#PreguntaExpertos

22 de Abril del 2016

Entre 2010 y 2015, la recaudación ha aumentado 7.6% en promedio anual. El gasto público, incluyendo los recursos destinados a inversión, ha aumentado 8% en promedio anual. En esos mismos años, la deuda se ha incrementado en 12.9% en promedio anual.

1. Con base en estas cifras usted considera que el incremento de la deuda:

a) Es sostenible para las finanzas públicas

b) Es preocupante para las finanzas públicas

c) No impacta a las finanzas públicas

2. ¿Por qué?

Esta semana nos ayudan a entender:

Opinión:  

1. b) Es preocupante para las finanzas públicas.

2. Constitucionalmente la deuda se contrata si tiene su medio de pago y no para cubrir exceso de gasto. Ya estamos en déficit primario, deuda para pagar intereses, lo hace insostenible. Debe bajar el gasto corriente, porque el de inversión ya es muy reducido, o bien, aumentar los ingresos vía impuestos.

Opinión:  

1. b) Es preocupante para las finanzas públicas.

2. Las finanzas públicas federales de los últimos 5 o 6 años han experimentado un déficit primario, es decir, los ingresos públicos no han permitido, ni siquiera, cubrir el servicio de la deuda pública. De hecho, el Sector Público se ha estado endeudando para pagar dichos intereses y para algo más. No es sostenible ni saludable mantener este ritmo de endeudamiento público, y mucho menos, cuando la mayor parte del gasto público no se destina a inversiones. Entre mayor sea la proporción de deuda a PIB, mayor será la vulnerabilidad financiera del país. La deuda pública expresada como porcentaje del PIB debe ser estabilizada a la brevedad.

Opinión:  

1. b) Es preocupante para las finanzas públicas.

2. El incremento en el gasto no puede ser mayor al incremento en los ingresos de manera sostenida. La situación no es sostenible para el Gobierno y tampoco es sostenible para cualquier familia.

Opinión:  

1. b) Es preocupante para las finanzas públicas.

2. Es muy preocupante, en especial por las discrepancias entre las cifras de SHCP y las de Cuentas Nacionales. Según SHCP tenemos nivel de gasto público real más elevado en la historia con déficit y deuda creciente. Según INEGI, el gasto público no contribuye al crecimiento económico. Según Coneval no ha disminuido la pobreza. ¿En qué y a dónde va este gasto record?

Opinión:  

1. b) Es preocupante para las finanzas públicas.

2. Requiere un análisis profundo de los componentes.

Opinión:  

1. b) Es preocupante para las finanzas públicas.

2. Porque el incremento en la deuda no está generando ningún beneficio que garantice que ayudará a pagar en el futuro, se está usando más bien para sufragar el gasto corriente.

Opinión:  

1. a) Es sostenible para las finanzas públicas.

2. La deuda pública mexicana es sostenible. Se encuentra entorno al 52% del PIB y el FMI predice que se mantendrá estable de menos hasta 2018. Estos niveles están muy por debajo del de otros países, como EUA (108%) o Japón (247%) países considerados seguros.
No existe una regla precisa sobre cuánta deuda puede acumular un país, ya que depende de factores tan complejos como la percepción que tengan nuestros acreedores sobre la capacidad de pago de México.
La percepción de los acreedores puede medirse (imperfecta mente) con la prima de riesgo, que nos indica la rentabilidad extra que los bonos mexicanos deben pagar respecto a bonos seguros como el de EUA. En la actualidad México paga 4.5pp más que EUA. Aunque ha crecido desde 2013 en 2pp, se encuentra muy por debajo de la de 2008, donde México pagaba 6.5pp más que EUA y tenía niveles de deuda menores.

Opinión:  

1. b) Es preocupante para las finanzas públicas.

2. El crecimiento constante de la deuda gubernamental, y por ello su incremento como porcentaje de los ingresos gubernamentales (que es como hay que analizarla, no como porcentaje del PIB) es un tema preocupante, primero en sí mismo, y luego por los efectos sobre el resto de la economía el día en el que realmente se tengan que liquidar esos pasivos sin la posibilidad de contraer deuda nueva para pagar deuda vieja, tal y como se viene haciendo. La deuda, que debe ser una manera extraordinaria de financiar gastos, se ha vuelto, para el gobierno, en algo habitual, que, ¡para colmo de males!, no cumple con lo establecido en la Constitución: que los pasivos deben invertirse productivamente para que generen los ingresos con los que liquidarse.

Opinión:  

1. b) Es preocupante para las finanzas públicas.

2. No solamente es preocupante para las finanzas públicas: es preocupante para cada mexicano que paga impuestos.

¿Qué están haciendo con los recursos?

¿Cómo vamos a pagarlos en el futuro?

¿Emitiremos deuda para liquidar deuda?

Opinión:  

1. c) No impacta a las finanzas públicas.

2. Mi respuesta es más bien incierta, opción que no está. Todo depende. Si la deuda aumenta porque aumenta inversión en capital, es distinto a si el incremento se debe a subidas en el gasto corriente.
Segundo, la recaudación ha aumentado en parte por la reforma fiscal, pero también en parte porque el IEPS de gasolina ha aumentado (al bajar los precios internacionales). Cuando los precios de petróleo se reviertan habrá que ver. Asimismo, el aumento debido a reforma fiscal puede bajar en este o el siguiente año ya que los agentes ya habrán aprendido a eludir. El gobierno canta victoria, pero la evidencia nos dice que hay una curva J invertida.
Finalmente, la presión de las pensiones sobre las finanzas públicas van a la alza, lo que hace que no sean sostenibles.
En fin, para esta pregunta necesitamos tejer más fino.

Opinión:  

1. b) Es preocupante para las finanzas públicas.

2. Es preocupante la reducción en el gasto en inversión, mientras se incrementa el endeudamiento a un ritmo más acelerado que el aumento en recaudación. Literalmente, nuestros hijos nos están financiando el gasto corriente de hoy. Si bien el nivel de endeudamiento total relativo al PIB no es excesivo, si sigue la tendencia actual se volverá un problema. Tarde o temprano, se normalizarán las tasas de interés, y el servicio de la deuda será mucho mayor.
En general, la asignación del gasto público es paupérrima. Prácticamente no se está haciendo inversión alguna que pueda incidir en mayor productividad, por lo que las expectativas de crecimiento económico son, y seguirán siendo, mediocres.

Opinión:  

1. b) Es preocupante para las finanzas públicas.

2. Comienza a ser preocupante pues en los últimos años ha subido más de diez puntos del PIB. Lo grave es que -como las cifras de INEGI reportan- el alza de deuda se ha asociado con una caída de la inversión pública real. ¿En qué gastan los recursos? Van 5 años seguidos en que la formación bruta de capital fijo del sector público se contrae a precios constantes. Ello alarma, pues implica que la infraestructura del país se deteriora, en vez de modernizarse y ampliarse. El creciente déficit, por decirlo, de infraestructura deprime la competitividad internacional y mina el bienestar general de nuestras poblaciones. Por ejemplo, vea el vasto porcentaje de escuelas primarias que carecen de los servicios esenciales de agua y saneamiento, ¡no se diga de acceso a banda ancha!

Opinión:  

1. b) Es preocupante para las finanzas públicas.

2. Aunque el saldo de los RFSP está abajo del 50% del PIB, lo que preocupa es su significativo aumento (10 puntos) en los últimos tres años. Mantener esta dinámica es insostenible. Peor aún, se observa un déficit primario, lo cual es una irresponsabilidad. Endeudarse para pagar intereses es un grave error de política económica.
Además, por el lado de la demanda agregada, la contribución del sector público al valor agregado de la economía es prácticamente nulo, inclusive negativa en el caso de la inversión.
Entonces, la política de endeudamiento público no tiene ninguna justificación.

Opinión:  

1. b) Es preocupante para las finanzas públicas.

2. La historia reciente de la recaudación, el gasto y la deuda no sería preocupante de no ser porque las perspectivas de la economía nacional no lucen bien. Con menores expectativas de crecimiento, la desaceleración de la recaudación anticiparía un mayor endeudamiento y/o más recortes al gasto. Endeudarse en el futuro será más costoso ante el riesgo crediticio que representaría México. Reducir adicionalmente el gasto puede afectar crucialmente la calidad del mismo. Un ejemplo de malos recortes al gasto es la reducción del correspondiente a la formación de capital humano en la niñez que ha señalado UNICEF.

Opinión:  

1. b) Es preocupante para las finanzas públicas.

2. Sin duda es un poco preocupante. Existen componentes estructurales en el gasto público, como pasivos contingentes asociados a la seguridad social y el mayor gasto en salud derivado del envejecimiento de la población, que limitan el margen de maniobra para ajustarlo sin afectar la inversión. No está mal que se gaste en salud y pensiones, aunque conviene hacerlo más eficientemente. Hay que agregar el mayor pago de intereses por la creciente deuda pública.
Aparentemente, el año pasado no fue fácil reducir el gasto en el monto pretendido en Hacienda.
Los ingresos tributarios han crecido, como resultado de la reforma fiscal y su adecuada administración en SAT. Lamentablemente, la caí¬da en el ingreso petrolero es muy considerable, lo cual lleva inevitablemente a que se contrate más deuda. Al final, se pierde margen de maniobra macro.
La caída en el gasto de inversión implica que probablemente será menor el crecimiento económico futuro.

Opinión:  

1. b) Es preocupante para las finanzas públicas.

2. Desde 2009, las finanzas públicas de México presentan déficit primario, es decir, gastamos más de lo que se recauda incluso antes de pagar intereses sobre la deuda. Hay ingresos récord, pero la menor inversión pública desde 1940. Es preocupante el ritmo de incremento de la deuda y el impacto negativo del gasto que se ha observado.
Además de los montos, es indispensable que haya transparencia en el uso de los recursos obtenidos con deuda.

Opinión:  

1. b) Es preocupante para las finanzas públicas.

2. Cuando la recaudación de los ingresos tiene una tasa de crecimiento anual promedio menor (5 puntos porcentuales) hay un problema en el mediano plazo de posible insolvencia. Si bien el SAT ha hecho un buen trabajo en los últimos años y aún hay margen para aumentar la presión fiscal de México, una de las más bajas del mundo, no existe garantía de que este buen ritmo de recaudación se pueda mantener, pues la recaudación también está condicionada por cuestiones estructurales, como es la alta informalidad de la economía y aunque poco a pocos se intenta formalizar esa parte de la economía, cada vez será más difícil, simplemente porque los casos más sencillos se asumen primero y se van rezagando los más complejos.
Por otro lado hay que revisar que ese gasto público se eficiente mejor para que realmente tenga un efecto multiplicador sobre la economía, de lo contrario solo se estarían posponiendo la solución de problemas.

Opinión: Porque incrementa el riesgo para los fundamentales de la economía y transfiere costos hacia los mexicanos del futuro pero con incertidumbre sobre los beneficios inmediatos.