El Tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), ha desempeñado un papel fundamental en el fomento del crecimiento económico, la inversión y la integración de América del Norte. A medida que la región navega por una dinámica política en evolución y por posibles cambios regulatorios, es necesario configurar estrategias sólidas de gestión de riesgos y comprensión de la arena política y económica para salvaguardar el camino de la integración regional.
La posibilidad del regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos ha generado preguntas sobre el futuro de la región, incluyendo dudas sobre el futuro del T-MEC. Lo anterior ha alimentado preocupaciones sobre la posible imposición de aranceles, renegociaciones rígidas o, incluso, la interrupción del acuerdo como lo conocemos. Este clima de incertidumbre subraya el papel fundamental del análisis y la comprensión de los riesgos políticos para garantizar el fortalecimiento del bloque norteamericano.
Durante la negociación del T-MEC, la administración del entonces presidente Donald Trump, propuso inicialmente una cláusula de expiración de cinco años, a menos que las tres partes acordaran continuarlo. Esta propuesta se consideró controversial ya que, de aceptarse, hubiese generado incertidumbre, posiblemente desalentando la inversión y la planificación a mediano y largo plazo. Finalmente se acordó una cláusula de extinción de 16 años, con una revisión cada seis años, la cual se llevará a cabo por primera vez en 2026. Esto permitirá a las partes prorrogar el acuerdo, si así lo desean, también proporciona garantías a largo plazo y permite revisiones en caso de que los países lo consideren necesario, todo ello para garantizar que el acuerdo funcione según lo previsto.
Uno de los elementos que resultan más relevantes en este contexto es la visa TN. Es un instrumento útil para promover la integración laboral y facilitar el flujo continuo de talento a través de las fronteras, reconociendo que los retos del mercado laboral actual se modifican constantemente y, por lo tanto, requiere un análisis serio.
A pesar de su utilidad, a lo largo de los años se han observado dos limitantes principales para la obtención de esta visa; la escasez de información sobre la misma y la falta de actualización de las profesiones a las que aplica. En este sentido, uno de los retos es fortalecer la difusión de esta herramienta, incluyendo informar a las y los trabajadores y empleadores de su existencia, así como de los requisitos y ventajas de esta visa. A la par, en el contexto global actual, resulta indispensable repensar el listado de profesiones para que más trabajadores puedan acceder a esta visa y cubrir la demanda laboral actual que existe en Estados Unidos. El hecho de que el listado no haya sido actualizado desde el tratado original (TLCAN) representa un desfase importante respecto a las características y necesidades del mercado laboral actual. Es primordial abordar estas deficiencias si se busca alcanzar el pleno potencial de la visa TN para impulsar la movilidad laboral regional.
Actualmente el nearshoring es un tema recurrente en la conversación pública. Para que este fenómeno pueda cumplir las expectativas que ha generado, deben satisfacerse ciertos requisitos. En lo que respecta al tema laboral, actualmente, la falta de mano de obra calificada en México está en una situación crítica. Dinamizar la integración laboral en la región es el mejor camino para atender esta problemática, lo que permitiría, además, atender las demandas en el mercado, así como consolidar el trabajo conjunto entre los tres países en favor de una mayor competitividad.
Mantenerse informados en el ámbito requiere de una comprensión profunda sobre la interacción entre las políticas gubernamentales, los marcos regulatorios y el sector privado de los tres países. Al fomentar diálogos abiertos, y colaboraciones entre empresas, formuladores de política pública, y las partes interesadas más relevantes, los diferentes actores pueden contribuir con sus ideas a mitigar riesgos y a abrir nuevas oportunidades de integración del mercado laboral.
La transparencia resulta un facilitador fundamental en este esfuerzo, ya que los datos oportunos y completos sobre la oferta y demanda laboral en los tres países permiten a las partes interesadas tomar decisiones informadas y capitalizar las oportunidades emergentes para la movilidad de las y los trabajadores. La promoción de un mayor diálogo basado en evidencia permitirá garantizar que las y los inversionistas, y las empresas tengan acceso a la información necesaria para desplazarse en las complejidades del mercado laboral regional y migratorio.
Además, es esencial forjar alianzas estratégicas entre gobiernos, organizaciones internacionales, instituciones educativas y sociedad civil para una gestión eficaz del riesgo y la promoción de una integración laboral sostenible. Para lo anterior, resulta indispensable pensar en medidas proactivas para abordar la migración laboral, identificar necesidades en puntos de entrada fronterizos y agilizar los procedimientos para la integración de las personas migrantes al mercado laboral.
Es crucial reconocer y aprovechar las ventajas competitivas que posee México dentro del bloque T-MEC. Al identificar y promover estas fortalezas, se puede fomentar la creación de empleo y facilitar el intercambio de capital humano, amplificando los beneficios para toda la región.
Como especialistas en materia política, no podemos pasar por alto el contexto global. A medida que la expansión comercial de China en la región se ajusta a nuevos paradigmas, habrá que observar los intereses estratégicos de las partes interesadas. Esto puede implicar dinamismos regionales y de fuerza laboral, navegando las complejidades de un mercado laboral global cada vez más competitivo. Asimismo, garantizar la consolidación de Norteamérica como la región más competitiva del mundo requerirá de acciones coordinadas entre los tres países para enfrentar retos de carácter global.
El camino hacia una mayor integración y movilidad laboral en el marco del T-MEC es un esfuerzo multifacético que requiere de un análisis político sólido con visión a futuro. Exige un equilibrio entre la prevención y la mitigación de riesgos y el aprovechamiento de oportunidades de movilidad, crecimiento e innovación. A través del impulso de diálogos abiertos, desde Connecting Mexico estamos convencidas de que el entendimiento político profundo es clave para generar estrategias comerciales resilientes y prosperar en un panorama global cambiante, con el objetivo de profundizar la integración regional y facilitar el libre flujo de capital humano.
Una revisión al T-MEC en el 2026 que interrumpa o debilite la integración de Norteamérica podría dificultar el desarrollo de empresas y sectores que dependen de mano de obra especializada. Esto podría generar inestabilidad política y económica en la región, lo que disuadirá la inversión extranjera directa en México, además de obstaculizar las dinámicas migratorias y presentar nuevos retos en materia de movilidad laboral.
A medida que el mundo sigue evolucionando y se enfrenta a nuevos retos, México, Estados Unidos y Canadá se encuentran en una circunstancia crítica. Su capacidad para resolver la movilidad laboral definirá la trayectoria de la fuerza laboral y de la integración regional, ambas necesarias para garantizar que Norteamérica se consolide como la región más competitiva del mundo. Para Connecting Mexico es clave ser un participante activo en la discusión con el fin de fomentar un terreno fértil para los movimientos transfronterizos fluidos, el crecimiento económico y la cooperación multilateral en toda la región. Un seguimiento y análisis cuidadosos por parte de especialistas serán cruciales para que las partes interesadas puedan afrontar los cambios y aprovechar las oportunidades emergentes.
Referencias:
- Connecting México. (2024). Nota sobre participación en foro “Immigration on the road: Movilidad laboral en Norteamérica”. Recuperado de: https://connectingmexico.com/agenda/inmigration-on-the-road-movilidad-laboral-en-norteamerica
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