Sólo hay tres estados que únicamente han sido gobernados por el Partido Revolucionario Institucional (PRI); dos de estos están en juego este año, Hidalgo y Oaxaca. Pese a que en Hidalgo el PRI mantiene el 38% de los municipios, la inclinación de la ciudadanía de cara a las elecciones de este año parece no serle favorable. No obstante que Hidalgo viene de una trayectoria priista,que hoy las estimaciones arrojen que el candidato morenista sea quien tiene mayores posibilidades de llevarse la gubernatura invita a la reflexión sobre las causas de este posible giro en las urnas.
Lujambio1 decía que el tránsito de un sistema de partido hegemónico a uno pluralista había sido gradual, por lo que la alternancia política y el pluralismo se habían convertido en una realidad. Esta evolución parece reflejarse en el caso del otrora primer partido político de México. La siguiente gráfica muestra la caída sostenida en el porcentaje de votos obtenidos por el PRI, tanto en las elecciones municipales (1987-2020) como en las correspondientes a la gubernatura entre 1975 y 2022, con la estimación del agregado de encuestas de polls.mx.
La pregunta de fondo es qué dimensiones pueden explicar que un partido político pierda o gane apoyo en el tiempo. ¿Es acaso la identificación partidista y la personalidad e imagen de la persona postulada? ¿La ciudadanía evalúa el desempeño de la economía para premiar o castigar al partido político en el poder en elecciones sucesivas?
Existe una amplia literatura para analizar los efectos de la economía en los resultados electorales. Fair2 muestra que los votantes utilizan información económica, como el crecimiento o la inflación, para consolidar su voto. Asimismo, Kramer3 expone que las fluctuaciones económicas positivas ayudan al candidato del mismo partido a ganar la elección, mientras que las negativas favorecen a la oposición. Finalmente, Cerda y Vergara encuentran que cuanto mayor es el crecimiento y menor el desempleo, mayor será la votación por el partido gobernante.
El caso de Hidalgo ilustra la literatura. La gráfica siguiente indica cómo, tras una contracción económica, la cantidad de votos hacia el PRI disminuye en la elección subsecuente. La correlación entre ambas variables es significativa.
Igualmente, en sintonía con el crecimiento económico, la tasa de informalidad laboral permite aproximar el impacto de un mercado laboral precarizado en el sentido del voto. Para ello, se utilizan datos de informalidad en el trimestre inmediato anterior a las elecciones de gubernatura, cuyos años están indicados con líneas verticales en color negro; para estimar el impacto en los próximos comicios se usan los datos de informalidad del tercer trimestre de 2021.
La estabilidad en el crecimiento económico en Hidalgo, exceptuando los años de crisis, contrasta con una persistente tasa informalidad laboral alta. Se puede observar una disminución de la informalidad durante los sexenios de Miguel Osorio y de Francisco Olvera, quizá relacionada con la regularización de trabajadores durante la puesta en marcha del Tuzobus y el otorgamiento de seguridad social como requisito para participar en contratos de obra pública. En el periodo siguiente, bajo el mandato de Omar Fayad, las buenas prácticas para la formalización del empleo fueron difíciles de mantener en gran medida por el repentino choque ocasionado en la actividad económica derivado de la pandemia.
Además de estar asociados a un bajo crecimiento económico por su baja productividad laboral, los empleos informales también tienen un profundo impacto en la calidad de los servicios de salud y seguridad social que reciben las trabajadoras y los trabajadores. El empleo informal también está asociado a mayores brechas sociales y a trampas para el desarrollo y la prosperidad de la población. En ese sentido, dada la evidencia que se presenta, la informalidad laboral generalizada en Hidalgo también puede estar asociada a una caída sostenida en los votos hacia el partido gobernante.
Si bien existen factores distintos a los económicos para explicar la merma en la preferencia electoral en Hidalgo hacia el partido hegemónico, parece que los resultados electorales obtenidos en el tiempo han dado visos de un cambio en las preferencias del electorado hidalguense, inevitablemente vinculado a variables económicas. A la luz de estos resultados, es indispensable que el candidato ganador proponga una estrategia de impulso a la formalidad y al crecimiento sostenido y redistributivo, con miras a mejorar en el bienestar de la población y a incrementar la productividad laboral, lo que a su vez permitiría que su partido siguiera al frente del estado por varias administraciones.
Este texto es una colaboración entre México, ¿cómo vamos? y nexos.
Karola García Alvarado
Estudiante de la Maestría en Economía Aplicada de la Escuela de Gobierno del Tecnológico de Monterrey. Coautora del capítulo “Instagram y Facebook en Nuevo León. Información Política y Seguimiento de Campañas”, dentro del libro Perfiles del Electorado Nuevoleonés 2021 a cargo de la Comisión Estatal Electoral de Nuevo León (en prensa).
1 Lujambio, A. El poder compartido: un ensayo sobre la democratización mexicana, Océano, México, 2000.
2 Fair, R. “The Effect of Economic Events on Votes for President”, The Review of Economics and Statistics, 60, 2, 1978, pp. 159-173; “The Effect of Economic Events on Votes for President: 1992 Update”, Political Behavior, 18, 2, 1996, pp. 119-139.
3 Kramer, G. “Short-Term Fluctuations in U.S. Voting Behavior, 1896-1964”, The American Political Science Review, 65, 1, 1971 pp. 131-143.
