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¿Qué retos enfrenta México ante la nueva administración de EUA?

  • Ejes clave en la discusión hacia una región resiliente y competitiva.
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Creador: Free Malaysia Today | Imagen propiedad de: Free Malaysia Today

*Última actualización: 6 de noviembre

La ola de elecciones presidenciales en 2024 trajo cambios importantes en varios países, incluido México, como fue el caso de México, el cual por primera vez en la historia eligió a una mujer para el cargo de la presidencia. Además, con la victoria del candidato republicano Donald Trump en Estados Unidos, nuestro país debe contemplar los posibles retos que su agenda pueda representar para nuestra relación comercial. Los tres países de Norteamérica deben mantener una agenda firme hacia la primera revisión del T-MEC, donde aún existen retos que trascienden fronteras.

Norteamérica tiene la oportunidad histórica de explotar el potencial de la región aprovechando su complementariedad en el comercio y en el talento del capital humano. Por esto, crear metas compartidas para el futuro es lo único que asegura que podamos seguir contando nuestra historia de éxito.

Integración por medio del T-MEC

El T-MEC es la mayor ventaja comparativa de Norteamérica.

El proceso de integración comercial y económica de Norteamérica, iniciado hace 30 años con la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en 1994, ha sido testigo de cambios sistémicos en el mundo. Aprovechando la experiencia acumulada en temas como comercio e inversión, el T-MEC entró en vigor en 2020 como el sucesor del TLCAN y en 2026 se llevará a cabo la primera revisión, donde los tres países miembros tendrán la oportunidad de evaluar que los objetivos y beneficios del tratado se han materializado. 

Así como el TLCAN enfrentó cambios sistemáticos, el T-MEC y su futura revisión se darán en un contexto de cambios políticos como las elecciones presidenciales en México y Estados Unidos; tensiones en las relaciones China-EUA; conflictos armados y las consecuencias de la pandemia en las cadenas de suministro mundiales. La resiliencia del T-MEC es más fuerte que sus partes, por lo que la intención de continuar con la historia de éxito en Norteamérica dependerá de que sus miembros maximicen el potencial de un tratado único en el mundo.

El T-MEC permite flexibilidad a las partes de expresar su descontento o implementar sugerencias por medio de negociaciones, pero lo anterior debe empatar las exigencias de países soberanos y el beneficio de la región. Un ejemplo de lo anterior fueron las tensiones comerciales EUA-China que obligaron a México y Canadá a replantear su posición con la potencia asiática. En el marco del tratado, EUA estableció reglas de origen estrictas para evitar productos e inversiones de origen chino que no fueron pensadas en el mejor interés de nuestro país. 

Hacia 2026, Norteamérica debe profundizar la integración de las cadenas de suministro, para hacerlas más resilientes y aumentar el valor regional de la producción de la región. Lo anterior solo es posible si hay un esfuerzo compartido de coordinar medidas que sirvan a este objetivo, ya que en caso contrario, será más complejo contener a las partes de actuar en su mejor interés, comprometiendo al resto de la región. 

De igual forma, el mecanismo de paneles de controversia (Capítulo 31) sirven al propósito de otorgarle a los miembros del tratado la oportunidad de manifestar su descontento y en caso de llegar a un fallo se presenta el Informe Final, hacia 2026 el cumplimiento del fallo de los paneles y el compromiso de solucionar los paneles pendientes son necesarios para evitar que las tensiones escalen a un problema mayor. 

Una integración más allá de lo económico 

La estrecha relación entre México y Estados Unidos va más allá de ser socios comerciales principales; sugiere una convergencia socioeconómica, especialmente visible en los estados del sur de Estados Unidos y del norte de México, donde los desafíos comunes y las lecciones compartidas en áreas como la educación y la salud impulsan el progreso social. 

La historia de éxito de Norteamérica es una oportunidad para revertir el rezago de la región del sur-sureste y promover mejoras en el progreso social. Lo anterior, con el propósito de crear condiciones para atraer nuevas inversiones que, a su vez, fortalezcan el mercado laboral y mejoren la calidad de vida de las personas.

Nearshoring: resiliencia de las cadenas de suministro en Norteamérica

La pandemia tuvo como consecuencia la disrupción de las cadenas de suministro de bienes y mercancías en todo el mundo. En Norteamérica, a partir de las acciones tomadas contra China, inició una acelerada etapa de relocalización de plantas cercanas al consumidor final, dando origen a una estrategia nueva para las cadenas de suministro conocida como nearshoring. Los indicadores más evidentes de los efectos de la relocalización en México han sido en la inversión y la alta demanda por parques industriales. Aún queda pendiente que este fenómeno se refleje con mayor intensidad en el Producto Interno Bruto (PIB).

  • 44% de la IED que México recibe proviene de Estados Unidos y 8% de Canadá (al segundo trimestre de 2024).
  • Mark Thomas, representante del Banco Mundial para México, Colombia y Venezuela, estima que el efecto del nearshoring en la economía mexicana ha sido de 0.2% del PIB. 

Las actividades secundarias como el sector manufacturero han sido los principales beneficiados del nearshoring tanto en inversiones y generación de empleos. 

  • 36% de la IED que proviene de Estados Unidos es hacia el sector de las manufacturas; sector con mayor peso en la economía mexicana (al 2T2024).
  • 43% de la IED de Canadá hacia México se dirige al sector de Transportes, correos y almacenamiento, con un peso de 7.93% en la economía mexicana (al 2T2024).
  • En los sectores productivos vinculados al comercio de bienes manufacturados (comercio al por mayor, transporte y almacenamiento, manufacturas, y servicios financieros y seguros) suman actualmente 56.5 millones de empleos en toda la región. 

Hacia la revisión 2026, la historia de éxito de la industria automotriz en Norteamérica debe ser un ejemplo de cadenas de suministro resilientes e integradas. 

  • La industria automotriz es el componente más grande del comercio total en Norteamérica, con un 22% del comercio del T-MEC.
  • Dos de los tres principales bienes comercializados entre México y Canadá son los mismos en ambas direcciones: vehículos automóviles para el transporte de personas y accesorios de vehículos. 
  • La cadena de suministro de la industria automotriz genera empleos en Canadá, EUA y México. 
  • Representa un 20% de la IED, un 4.7% del PIB nacional y 23% del PIB manufacturero. (AMIA, 2023) 
  • 32% de las exportaciones manufactureras corresponden a la industria automotriz. (AMIA, 2023)
  • La industria es la primera generadora de divisas con una balanza comercial automotriz superavitaria. 

Los beneficios del nearshoring son evidentes, pero no son homogéneos en todas las regiones del país por factores como el rezago económico del sur-sureste, la inseguridad y la falta de certeza jurídica para nuevas inversiones en el sector automotriz. Para evitar cuellos de botella en los próximos años, la política interna de México debe concentrar los esfuerzos en sectores estratégicos como el automotriz, aprovechando las virtudes económicas del país a manera de traer el dinamismo a todos los estados, ya que la inversión solo llega a estados con un alto grado de progreso social.

La movilidad laboral 

El T-MEC modernizó el comercio en Norteamérica, pero existen capítulos que se mantuvieron del TLCAN que dificultan adaptarse a nuevos retos y demandas como el anexo 16-A del Capítulo 16 del T-MEC. El mercado laboral norteamericano demanda nuevas habilidades en los profesionistas a raíz del nearshoring y, dado que la política migratoria es un punto sensible en nuestra relación con EUA, estamos subutilizando herramientas en el T-MEC aptas para atender estas necesidades.

El Capítulo 16 del T-MEC sobre la entrada temporal de personas de negocios es una ventaja única para mexicanos y canadienses dado que ofrece preferencia a profesionistas de estos países que busquen trabajar en EUA, el mayor problema es la lista de profesiones que no ha cambiado desde 1994. Modernizar las profesiones es una recomendación clave para lograr una integración laboral ordenada y legal. Lo anterior es beneficioso para EUA que tiene una población envejeciendo y millones de vacantes laborales. 

La demanda por nuevas habilidades y profesiones a partir del nearshoring puede ser atendida por medio de las Visas TN establecidas en el capítulo 16, sin embargo, lograr que la lista de profesiones se adapte al futuro es un reto hacia el 2026. Entre las ocupaciones con mayor crecimiento en contrataciones relacionadas al nearshoring destacan en sectores como construcción y áreas de ingeniería, las cuales crecieron a doble dígito entre 2022-2023. 

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Retos hacia 2026

Estado de derecho

La reciente aprobación de la reforma al poder judicial en México ha sido causa de incertidumbre para el mercado financiero, medios internacionales, organizaciones de derechos humanos y cámaras de comercio. Nuestro país es una de las principales economías del mundo, por lo que un Estado de derecho fuerte es un símbolo de que las reglas comunes son respetadas y que existen mecanismos de resolución en caso de que surja un conflicto, lo que es clave para inversionistas y nuestros socios comerciales. 

  • México, ¿cómo vamos? “La reforma es contraria al T-MEC en materia de integración comercial (capítulos 2, 18, 21 y 22) y laboral (capítulo 23), además de que permite la injerencia de grupos de interés en la impartición de justicia en México, comprometiendo la defensa de los derechos humanos y la calidad de vida.”
  • Ken Salazar I believe faith and trust in the rule of law are one of the many shared values which unite our nations, while for the private sector, they lay the groundwork for building confidence and inspiring investment in a stable and predictable environment.”
  • Michael Stott para el Financial Times “Pocos discutirán que el sistema jurídico de México no necesita mejoras. Muchos delitos quedan impunes y la corrupción es un gran problema. Pero los líderes empresariales temen que los cambios de López Obrador empeoren las cosas al politizar la justicia.”
  • Morgan Stanley “Creemos que reemplazar el sistema judicial debería aumentar las primas de riesgo de México y limitar las inversiones de capital. Eso es un problema ya que el nearshoring está alcanzando cuellos de botella clave”

Entre los riesgos de la nueva reforma está la elección por voto popular de  jueces y ministros que facilita la injerencia de grupos de interés en la impartición de justicia en México, además que es contraria al T-MEC en materia de integración comercial (capítulos 2, 18, 21 y 22) y laboral (capítulo 23). Un panorama de incertidumbre aleja inversiones que son beneficiosas para  nuestra economía al generar mayor crecimiento y empleos de calidad. 

Un Estado de derecho débil y menor certidumbre jurídica tiene implicaciones en la confianza para invertir en el país. De acuerdo con la encuesta elaborada por Banxico, 72% de los encuestados considera que el clima de negocios empeorará en los próximos seis meses, a pesar de la continuidad esperada entre la administración del presidente López Obrador y la de la presidenta Sheinbaum. La percepción negativa se atribuye a cambios institucionales como la reforma al poder judicial, la reforma de Pemex y CFE a empresas públicas del Estado, y la posible desaparición de organismos autónomos como COFECE, IFT e INAI. 

La organización World Justice Project (WJP) dio a conocer el Índice del Estado de derecho 2024, el cual considera la percepción y experiencias sobre el Estado de derecho en 142 países. En esta edición, el ranking de México fue en el lugar 118 de 142. En el histórico de este índice, nuestro país ha bajado su puntuación año con año y acciones como la reforma al poder judicial son factores que empeoran nuestro desempeño. Entre los ocho factores que se consideran para el índice, los de peor puntuación son “Ausencia de corrupción” y “Justicia penal”. 

La independencia del poder judicial 

En un informe del Center for Strategic and International Studies (CSIS) retoman el “engrandecimiento del poder ejecutivo” de la académica Nancy Bermeo como una forma de ver el retroceso democrático en un país. Para el caso de México, analizan cuatro dimensiones de retroceso democrático, entre ellas la influencia del ejecutivo sobre el poder judicial, junto con indicadores donde buscan ver si el expresidente AMLO exhibió ese comportamiento. En la dimensión del poder judicial, AMLO exhibió todas las conductas, entre ellas el “Uso de decretos ejecutivos para restringir la supervisión judicial de la Presidencia”. 

La percepción internacional de un debilitamiento o retroceso en nuestra democracia puede tener graves consecuencias para las inversiones y en nuestra relación comercial en Norteamérica. Los cambios institucionales no son malos ni prohibidos por el T-MEC mientras las implicaciones no afecten la certidumbre jurídica o la libre competencia de empresas. 

Migración y seguridad

La integración regional va más allá de indicadores económicos y uno de los temas que aún es un reto en la política exterior es la migración, la cual tiene perspectivas opuestas en ambos lados de la frontera. De igual forma, en los debates presidenciales de EUA nuestro país ha sido un referente de inseguridad, crimen organizado y corrupción, los cuales también son retos de política interna y externa en México. 

En materia de migración, la desaparición de fideicomisos para apoyar refugios y el uso de la Guardia Nacional para detener migrantes, así como la disminución del presupuesto para el Instituto Nacional de Migración (INM) ha culminado en trágicos episodios. Presupuestalmente, destaca el sobreejercicio presupuestario del INM, el cual consistentemente ha ejercido una cantidad hasta dos veces mayor que el presupuesto aprobado, principalmente en el pago de servicios externos (capítulo 3000). La próxima administración debe vigilar que el uso de recursos por parte del INM sea gastado de forma eficiente y se garantice la protección de los derechos humanos, mejores condiciones y procesamiento eficiente para los migrantes en nuestro país. 

El crimen organizado, el fentanilo y la violencia han sido los temas considerados de seguridad nacional para EUA, lo que a su vez repercute en la percepción de inversionistas que buscan asentarse en nuestro país, alejando a regiones o estados de está oportunidad por ser considerados de mayor riesgo. En el componente de Seguridad Personal del Índice de Progreso Social (IPS), se ejemplifica que el problema de inseguridad no es homogéneo en el país. 

Un ejemplo es la tasa de homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes, de acuerdo a los datos más recientes de México Evalúa, 7 de las 32 entidades federativas tienen una tasa superior al promedio nacional con tendencia al alza. Entre ellos, tres son estados fronterizos, lo que acerca el problema a EUA y puede generar presiones para aumentar la seguridad migratoria. 

Por su parte, la variable de índice de crimen organizado del IPS también muestra las complejidades regionales en el país. Mientras en Tlaxcala, Chiapas y Yucatán este índice se mantiene bajo, en Nuevo León, Zacatecas y Colima es alto y con tendencia al alza. En EUA el tema del crimen organizado está directamente relacionado con el tráfico de drogas, por lo que México tendrá que tomar medidas para evitar una intervención de EUA que podría causar conflictos de soberanía nacional. 

México frente a China 

Las tres economías de Norteamérica tienen distintos aliados comerciales y están vinculados a diferentes tratados, sin embargo el T-MEC ha creado una dependencia comercial importante, sobre todo entre México y EUA. 

  • México es el principal socio comercial de Estados Unidos y el segundo de Canadá.
  • 84% de las exportaciones mexicanas de bienes (no petroleras) son a Estados Unidos.
  • 80% de las exportaciones de vehículos ligeros mexicanos son a Estados Unidos y Canadá.

Nuestro principal socio comercial es la economía más grande del mundo, por lo que sus decisiones de política comercial tienen efectos importantes en la región. Un ejemplo de lo anterior es la guerra comercial entre EUA y China, ya que la presencia de este último en Canadá y México es significativa. El tema de China ha sido central en los debates presidenciales de EUA y lo será en la revisión de 2026, por lo que nuestro país debe empezar a cuestionar su postura frente a China.

La presencia de China en México cobró relevancia entre 1993 y 1998, cuando duplicó su share de lo que México importaba, para el 2000 triplicó el share de 1993 y en 2009 superó a la Unión Europea como región de origen de las importaciones mexicanas. Actualmente, China se colocó como el segundo proveedor de México con un sólido 20% de nuestras importaciones, solo después de EUA. 

A la par que esto sucedía en México, en EUA la dependencia de importaciones chinas era cada vez menor. Todo esto a raíz de las medidas implementadas en 2016 para frenar la presencia china en su mercado interno tanto en importaciones como en inversiones. Con ello, dio inicio a una regionalización del comercio donde creció la dependencia de sus socios norteamericanos. Es por eso que la presencia de México en las importaciones de EUA ha ganado terreno convirtiéndose en su principal socio comercial.

El tema de China estará en la agenda del próximo presidente de EUA, en donde proteger el mejor interés del país será la prioridad, pero, ¿dónde entra Norteamérica en esa agenda? 

El gran pendiente de la región será crear una estrategia de monitoreo de inversiones a manera de exigir a inversionistas y países respetar los principios establecidos en el TMEC.

Un aspecto clave es que China tiene un poder de negociación distinto con cada país de Norteamérica, un ejemplo es que China es un exportador neto de mercancías, pero no de energéticos ni de cereales, por lo que su dependencia de países como Canadá en cultivos como la canola y de EUA para otros productos agrícolas debe ser considerado en las negociaciones. 

  • Hasta agosto de 2024, México ha superado a China para convertirse en el segundo destino más grande de las exportaciones agrícolas de EUA y el primero es Canadá. 

¿Qué postura debe asumir México frente a la gran dependencia de las importaciones de China?

Para México no es una opción renunciar a inversiones asiáticas, pero los beneficios del T-MEC en la economía y en la sociedad han sido significativos en medidas como el PIB per cápita o la IED. Es por eso que nuestro país debe planear una estrategia de regionalización que sea de su mejor interés, proteja sectores estratégicos que dependen de China y que respete su soberanía considerando maximizar los beneficios de sus diversas relaciones y aliados comerciales.

¿Qué pasa si los miembros del TMEC manifiestan no querer continuar con el tratado en 2026? 

Hacia 2026, es importante enfatizar que el origen de la cláusula de revisión del T-MEC fue una iniciativa de EUA que inicialmente buscaba asignar un plazo fijo corto a la duración del tratado, ante la negativa de Canadá y México, se acordó una vigencia de 16 años y una revisión seis años después de la entrada en vigor (Brookings, 2024). Por lo tanto, la revisión tiene el objetivo de otorgar flexibilidad suficiente al tratado de evolucionar en el tiempo y que las partes se encuentren satisfechas con su desempeño. 

El T-MEC originalmente tiene vigencia hasta 2036. La cláusula de revisión o sunset del T-MEC en el Capítulo 34, artículo 34.7 indica que la Comisión de Libre Comercio (la Comisión) llevará a cabo una revisión del funcionamiento en el sexto aniversario de la entrada en vigor donde las partes podrán hacer recomendaciones. Las partes son responsables de manifestar por escrito si desean o no continuar con el tratado por 6 años más del plazo establecido en un inicio, por lo que la salida unilateral de una de las partes siempre es una posibilidad. 

En caso de que las tres partes acuerden continuar con el TMEC hasta 2042, se llevará a cabo otra revisión en 2032 cumpliendo con la revisión sexenal establecida en la cláusula de revisión. Si en 2026 no se llega al consenso de continuar con el T-MEC, las partes deberán llevar a cabo revisiones anuales hasta el año 2036, que fue la vigencia establecida en su entrada en vigor. (IMCO, 2024)

El Tratado entre México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC) juega un papel fundamental en la integración, por lo que México debe mantener una estrategia que sea beneficiosa para el país y para la calidad de vida de su gente. La revisión de 2026 se llevará a cabo con nuevos mandatarios en todos los países de la región, por lo que compaginar las agendas en ejes clave de oportunidad y mitigar los retos compartidos será lo único que puede otorgar continuidad al T-MEC y nuestra relación comercial.

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