El 17 y 18 de mayo se celebró la primera reunión de la Comisión de Libre Comercio del T-MEC para revisar los retos y avances a casi un año de que entró en vigor el renovado tratado de libre comercio de Norteamérica. El futuro de la integración de la región deja ver desde esta primera reunión una dinámica totalmente innovadora. Primero, las tres delegaciones encabezadas por mujeres -Tatiana Clouthier, secretaria de Economía de México; Katherine Tai, representante Comercial de Estados Unidos, y Mary Ng, ministra de Pequeños Negocios, Promoción de las Exportaciones y Comercio Internacional de Canadá. Segundo, la declaración conjunta de que este tratado se centra en el beneficio de los trabajadores de los tres países y las cadenas de valor pasan a un segundo lugar. Tercero, el reconocimiento de que el libre comercio debe beneficiar a las minorías, población indígena, mujeres y comunidades racializadas. Cuarto, la sustentabilidad de nuestras actividades económicas para combatir el cambio climático; la cuarta revolución industrial necesita energía renovable limpia.
La región tiene una gran herramienta a través del T-MEC para fortalecer su predominancia comercial en el mundo. Las tensiones geopolíticas entre Estados Unidos y China deben ser un catalizador de la integración con México y Canadá. Nuestras líderes deben estar conscientes que el futuro de la economía es digital, que debemos discutir estrategias de cómo vamos a abastecer la creciente demanda de energía de las distintas industrias, cómo estamos regulando el comercio electrónico, la ciberseguridad y todas estas demandas con soluciones que combatan al cambio climático. En la declaración conjunta las tres ministras coincidieron en que el nuevo marco de libre comercio y los mecanismos de solución de controversias contenidos en el capítulo 31 sólo será benéfico para Norteamérica en la medida en que los tres países trabajen en torno a los pilares del tratado.
Al inicio de las reuniones, los tres países reconocieron que durante el primer año del T-MEC el mundo enfrentó la pandemia del COVID-19 y con ello los retos asociados a la crisis de salud, económica y social. Para la recuperación económica hicieron especial énfasis en la importancia de las Pequeñas y Medianas Empresas, la necesidad de proveer financiamiento y acceso a mercado mediante el tratado de libre comercio. En este sentido resaltaron la importancia de la inclusión de las comunidades vulnerables y que aún siguen enfrentando los efectos de la pandemia, dejando una impresión de una reunión magisterial con sentido social e incluyente.
Si bien durante las reuniones de trabajo se revisaron los avances de los once comités del T-MEC, se adoptaron las Reglas de Procedimientos y el Código de Conducta aplicables a procedimientos de solución de controversia en francés y español y las Reglamentaciones Uniformes de las disposiciones transitorias del TLCAN y el T-MEC. También se presentaron diversas peticiones y se trabaja en la resolución de controversias, Estados Unidos y Canadá pidieron a México respete la inversión extranjera directa en especial en el sector energético. México pidió que se revisen las disposiciones aplicables de Estados Unidos en materia de autotransporte. Además de las pendientes controversias en materia laboral interpuestas tanto por Estados Unidos como México.
Al finalizar la primera reunión de la Comisión de Libre Comercio, las declaratorias y posicionamientos de las tres ministras fueron con espíritu negociador y de trabajo hacia adelante para que el T-MEC sea exitoso. Sin embargo, en temas como medio ambiente las negociaciones en este Comité fueron superficiales. Claro que es necesario detener el tráfico de especies en peligro de extinción, detener la contaminación de los mares y la tala excesiva, pero las y los mexicanos esperábamos una agenda más agresiva para poder aspirar a cumplir el Acuerdo de Paris para combatir el cambio climático.
Por otra parte, los posicionamientos de la secretaria Tatiana Clouthier son ambiguos con la política energética y comercial de la actual administración. Mientras que en las reuniones podíamos advertir que está a favor de una economía sustentable y que proporcione un medio ambiente adecuado para todos los actores de la sociedad, en realidad todas las reformas presentadas por el Ejecutivo Federal van en sentido contrario para beneficiar e imponer una política energética basada en hidrocarburos. Sin embargo, podemos ser optimistas en la agenda laboral donde al parecer el gobierno de México concuerda con la importancia de los derechos laborales; ojalá esta misma disposición a seguir el marco del tratado en la agenda laboral aplique también para el sector energético.
Finalmente, la reunión magisterial fue un éxito diplomático pero a México le faltó capitalizar los fuertes lazos que existen entre Estados Unidos y México, económicos, familiares, culturales y sociales para poder consolidarnos como su principal socio comercial. A pesar de que la secretaria de economía anunció la construcción de una planta de baterías próximamente en México para la fabricación de autos eléctricos, a unos días de concluida la reunión magisterial trascendió que Ford anunciará una sociedad con una empresa surcoreana para poder fabricar baterías para sus autos eléctricos en Estados Unidos y no depender de la importación de baterías, producto de una visita del presidente Joe Biden a una planta de Ford en Michigan.
Entre los temas pendientes, el elefante en el cuarto sigue siendo que la frontera terrestre entre México y Estados Unidos permanece virtualmente cerrada, con un fuerte impacto en la vida económica transfronteriza.
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* Adriana García (@Adri_35) es investigadora en México, ¿cómo vamos?