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Lo que sabemos sobre la relación entre color de piel y resultados de vida en México

  • ¿En qué medida el color de piel de las personas influye en sus vidas? La pregunta ha sido empujada parcialmente por la investigación académica sobre el tema, que ha encontrado que tonos de piel más claros están asociados a mayor probabilidad de encontrar empleo, mayor movilidad social, y mayor ingreso laboral.
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FOTO: NACHO RUIZ/CUARTOSCURO.COM

En años recientes una pregunta incómoda se ha colado a la mesa de la discusión pública en México: ¿en qué medida el color de piel de las personas influye en sus vidas? La pregunta ha sido empujada parcialmente por la investigación académica sobre el tema. Esa investigación ha encontrado que tonos de piel más claros están asociados a mayor probabilidad de encontrar empleo, mayor movilidad social, y mayor ingreso laboral. Este texto tiene como fin explicarte de forma accesible qué es lo que dice específicamente ese conjunto de investigaciones. Me interesa que llegues a tus propias conclusiones, por lo que al final de este texto se encuentran las referencias (con hipervínculos incluidos) a cada uno de los estudios que reseño.

Siempre que se plantea una pregunta incómoda hay quien prefiere descalificar a quien trata responderla en lugar de tener un diálogo honesto al respecto. Este caso no ha sido diferente. Hay quienes se han lanzado a descalificar a los investigadores y a las instituciones donde trabajan. El debate sobre métodos y estrategias de análisis es propio de la academia y por lo mismo bien recibido. Sin embargo, ese no es el caso de la tergiversación de los resultados o de la denostación de investigadores. Por eso me parece importante que, si te interesa el tema, tengas acceso a las investigaciones en cuestión y no te quedes sólo con las pataletas de quienes buscan descalificarles sin haberles leído. Dicho eso, comencemos.

Un primer punto que es importante mencionar es que el tono de piel no es una característica física de la persona que se evalúa en el abstracto. Este punto es explorado a detalle por Patricio Solís y un conjunto de coautores en varias ciudades del país, así como por Alice Krozer y Andrea Urrutia Gómez para el caso de las mujeres mexicanas. En ambos estudios, los autores encuentran que el tono de piel claro es parte del conjunto de características físicas usualmente consideradas como deseables. Sin embargo, no es una característica evaluada por separado, sino en conjunto con otros rasgos que constituyen la apariencia de la persona. Por lo mismo, muchos estudios han recurrido a evaluar si se discrimina a las personas por su apariencia (donde el color de piel es una característica que resalta, pero no la única) mientras otros se restringen a analizar el color de piel solamente (Solís et al, 2019; Krozer y Urrutía Gömez, 2021).

Los estudios de corte experimental comparan a dos grupos de personas idénticos en múltiples características, con excepción de aquella que nos interesa estudiar. En este caso, esa característica es el color de piel. Si el color de piel no se relaciona con los resultados de vida de las personas, no deberíamos observar diferencias en resultados entre individuos de diferentes tonos de piel, pero iguales en el resto de sus características. Si hay diferencias, éstas son el efecto del color de piel.

Eva Arceo Gómez y Raymundo Campos Vázquez encuentran que las mujeres con apariencia caucásica tienen una mayor probabilidad de ser contactadas para una solicitud de empleo que sus pares con otra apariencia, aun cuando todos tenían la misma experiencia y educación (Arceo Gómez y Campos Vázquez, 2014). En otro estudio, los autores encuentran que un grupo de empleadores promociona sus vacantes usando criterios de discriminación explícita, además de exhibir una preferencia por las solicitantes de apariencia europea (Arceo Gómez y Campos Vázquez, 2019).

Esta preferencia por las “apariencias europeas” también se observa en el ámbito electoral. Rosario Aguilar encuentra que un candidato con rasgos “europeos” es asociado a cualidades positivas con mayor frecuencia que sus pares con otros rasgos (Aguilar, 2011). En otro trabajo, la autora encuentra que entre los migrantes mexicanos de primera generación existe una preferencia por candidatos con apariencia indígena. Sin embargo, ésta disminuye conforme las personas pasan más tiempo en Estados Unidos y en su lugar se incrementa la preferencia por candidatos de apariencia “europea” (Aguilar, Hughes y Gell-Redman, 2019).

En el caso del crédito bancario, Fausto Hernández Trillo y Ana Laura Martínez Gutiérrez encuentran que solicitantes de crédito de tez oscura reciben menor información y son tratados de peor forma por los agentes bancarios que los solicitantes de tez clara. Esto a pesar de estar valuando el mismo negocio y estar frente a solicitantes del mismo sexo y calificación (Hernández Trillo y Martínez Gutiérrez, 2021).

Estos resultados apuntan a que las personas de tez clara o con características físicas caucásicas tienen menos dificultades en la búsqueda de empleo, de créditos o de un cargo público. Si estos patrones son generalizados, las personas ajustarán sus aspiraciones en consecuencia. Campos Vázquez y Eduardo Medina Cortina exploran esa hipótesis para el caso de estudiantes de secundaria en la Ciudad de México. Cuando se les muestra a los jóvenes un conjunto de fotos de personas famosas con una mayoría de personas de tez clara, el desempeño de las jóvenes de tez oscura en pruebas de habilidades matemáticas empeora respecto al de aquellas que no vieron las fotografías (Campos-Vázquez y Medina-Cortina, 2019a). Es decir, la falta de representación desmotiva a los jóvenes de los grupos subrepresentados.

Si bien este tipo de estudios identifica claramente el efecto de una característica, su limitación es que por definición son difíciles de generalizar. Otro tipo de estudios son los observacionales, que emplean datos de encuestas con representatividad nacional o regional. Una desventaja es que estos resultados no necesariamente pueden ser interpretados de forma causal, como sí ocurre con los experimentales. De ahí la importancia de realizar ambos tipos de estudios.

En el caso de la relación entre movilidad social y tono de piel, Raymundo Campos-Vázquez y Eduardo Medina-Cortina (2019b); Patricio Solís y Braulio Güémez (2020), así como Roberto Vélez-Grajales y quien esto escribe encontramos que hay diferencias entre las personas de tez clara y de tez oscura usando datos de representatividad nacional y regional. Estas diferencias implican que las personas de tez clara experimentan mayor movilidad ascendente que las personas de tez oscura, aún cuando ambas arrancan de la misma posición en la distribución de recursos económicos. Estas diferencias persisten aun cuando se elimina el efecto de las diferencias regionales (Monroy-Gómez-Franco y Vélez-Grajales, 2020).

De igual forma, Campos-Vázquez y Medina-Cortina (2019b) y Reskeens y Velasco-Aguilar (2021) encuentran que las personas de tez clara tienen mayor escolaridad e ingreso laboral que las personas de tez oscura. Esa diferencia persiste aún cuando se descuenta el efecto que tienen las diferencias en habilidades cognitivas y no cognitivas, educación y riqueza de los padres, entre otras. En otro artículo encontramos una diferencia estadísticamente significativa en los recursos económicos de las personas con tez más clara respecto a los de las personas de tez más oscura. Al igual que en el caso anterior, la diferencia se mantiene aun cuando se considera el efecto de una amplia serie de variables observables (Monroy-Gómez-Franco, Vëlez-Grajales y Yalonetzky, 2021). En ambos casos, la diferencia hallada es en favor de los individuos de tez más clara.

Guillermo Woo-Mora encuentra que en América Latina más del 50% de las diferencias en ingreso entre grupos de distinto tono de piel no puede explicarse por diferencias en educación o experiencia laboral (Woo-Mora, 2021). Al igual que en los estudios anteriores, esta diferencia es en favor de las personas de tez más clara. Esto implica que la mayor parte de las diferencias en ingreso no pueden explicarse por diferencias en las características observables de las personas.

Una crítica común a los estudios observacionales es que no se incluyen todas las variables relevantes para explicar los resultados de vida de una persona. La crítica es menos poderosa de lo que parece. Me explico. El primer obstáculo es que es necesario que la variable que se omite se relacione con la variable resultado (ingreso, recursos económicos o educación) y con el color de piel. Si alguna de esas dos condiciones no se cumple, entonces la crítica no es relevante. Eso no es interpretación, es un resultado matemático. No basta con decir que se omitió una variable, sino hay que plantear una hipótesis sobre la relación entre la variable resultado, tono de piel, y la variable omitida. En el caso de los estudios reseñados en este texto, todos tratan de considerar la mayor cantidad de variables que cumplen ambas condiciones. Ese hecho parece ser pasado por alto por los que descalifican este cuerpo de investigación.

Los estudios que te platiqué en esta entrada de blog constituyen la mayoría de la investigación que se ha hecho sobre la influencia del tono de piel en distintas esferas de la vida de las personas. Todos encuentran que el tono de piel sí influye sobre cómo se recompensa el esfuerzo. En particular, que el esfuerzo realizado por las personas de tez clara recibe, en promedio, mayores recompensas que aquel realizado por las personas de tez más oscura. Es cierto que no se trata de la principal causa de la desigualdad en México. Sin embargo, ello no resta importancia al hecho de que es un elemento a partir del cual socialmente se construyen diferencias persistentes en la forma en que se valúa el esfuerzo de las personas.

Construir una sociedad con igualdad de oportunidades, en donde el esfuerzo de todos valga por igual, pasa por reconocer aquellas reglas sociales que hacen que eso no se cumpla. Aun cuando hacerlo nos incomode.

Te invitamos a leer este artículo aquí.

(Por motivos de espacio, las referencias pueden encontrarse aquí).

Luis Monroy Gómez Franco (@MGF91) es Candidato a Doctor en Economía por The Graduate Center of The City University of New York, profesor de Asignatura en The City College of New York y experto México, ¿cómo vamos?

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