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Programa para el Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional 2022-2036: la cruda realidad

  • El resultado de la planeación realizada por la Secretaría de Energía es que las energías renovables tendrán una penetración mucho más lenta de lo que necesitamos para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero en el sector eléctrico, que por cierto es el que más emisiones aporta, tal y como nos comprometimos en el Acuerdo de París.
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FOTO: ADOLFO VLADIMIR /CUARTOSCURO.COM

El proceso de planeación de un sistema eléctrico requiere varias cosas, entre otras, de un análisis científico muy detallado que permita prever a tiempo el crecimiento de la demanda eléctrica y la forma en que será atendida. No en balde se trata de obras de infraestructura que requieren de un periodo de construcción de aproximadamente tres años, cuya recuperación implica al menos, un par de décadas.

Hasta antes de la Reforma 2013, el ejercicio de planeación eléctrica dependía al 100% de la CFE. Ahí se concentraban las capacidades técnicas necesarias y todo consistía en presentar la propuesta a la Secretaría de Energía, a efectos de que esa institución decidiera si las plantas de generación que se estimaban necesarias, las iba a construir directamente la CFE, bajo la legislación de obra pública, o bien serían construidas por privados, para vender el 100% de la energía a la CFE, bajo la figura legal de productores independientes de energía.

Por lo que se refiere a la demanda de las sociedades de autoabastecimiento, 1 también se hacía un estimado, si bien en ese ejercicio solo importaba el desarrollo de las redes de transmisión y distribución, ya que las plantas de generación serían desarrolladas por empresas privadas.

Ese ejercicio servía para que todo el mundo tuviera una idea de la obra pública que se iba a detonar al menos durante la administración que estuviera corriendo en ese momento.

Uno de los cambios más notables en la planeación previa y post a 2013, fue que la generación eléctrica se asumió como actividad en libre competencia, de forma tal que lo relevante en el nuevo ejercicio era planear lo mejor posible el crecimiento de la demanda en los siguientes quince años, estimar la mejor ubicación de las nuevas plantas de generación (a efectos de solucionar cuellos de botella), y atender de manera prioritaria al crecimiento necesario en las líneas de transmisión requeridas en el mismo periodo y hacer lo propio en las líneas de distribución, a efectos, entre otros, de recibir sin problema a la entonces incipiente generación distribuida. 2

Por primera vez se planeó la entrada de energía renovable al sistema, partiendo del hecho de que México se había comprometido en el Acuerdo de París a disminuir sus emisiones de gases de efecto invernadero en 22% respecto a la línea base, porcentaje que se lograría a través de diversos esfuerzos, dentro de los que destaca la sustitución de generación eléctrica fósil por renovable. 3  Todo este plan se puede observar claramente en el Programa para el Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (PRODESEN) 2018-2032, el cual muestra que la energía limpia 4 alcanzaría los niveles comprometidos por México para 2030 y 2040. Con este objetivo, se realizaron las subastas de largo plazo y también se abrió la oportunidad para todos de ser generadores dependiendo de la red de distribución, dicho de otra manera, de poner nuestras celdas solares. Los resultados de esta política energética son los siguientes:

Les pido su atención a las tasas de crecimiento anuales de las energías eólica y fotovoltaica, 5 ya que muestran los resultados de las subastas de largo plazo, es decir, la política adoptada entonces fue exitosa, no cabe duda, pero evidentemente los crecimientos se han frenado en virtud de que ya no hay más subastas y tampoco existe un mecanismo que las sustituya para agregar más energía renovable a la red.

No solo eso, el PRODESEN 2022-2036 establece nuevos criterios para incorporar dicha energía, haciendo uso del artículo 12 fracción I de la Ley de la Industria Eléctrica modificada en marzo de 2021, a pesar de que dicha ley todavía está suspendida para efectos legales, pero lo relevante es identificar que, para esta administración, es prioritario que la CFE utilice sus propias plantas aun cuando estas consuman combustibles fósiles, construya nuevas que van a generar con gas natural y deja la incorporación de más energía renovable sujeta a una serie de requisitos adicionales, que sin duda elevarán su costo, con el argumento de que es necesario garantizar la confiabilidad del sistema. No hay duda alguna que la confiabilidad es un requisito indispensable para una buena operación de cualquier sistema eléctrico en el mundo, pero no deja de llamar poderosamente la atención que, en nuestro país, la prioridad no sea encontrar la solución que acelere la entrada de energía renovable, sino todo lo contrario.

El resultado de la planeación realizada por la Secretaría de Energía es que las energías renovables tendrán una penetración mucho más lenta de lo que necesitamos para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero en el sector eléctrico, que por cierto es el que más emisiones aporta, tal y como nos comprometimos en el Acuerdo de París. No quiero dejar de recordar al lector que esa meta no es un compromiso internacional ajeno a nuestra sociedad, sino que se trata de una ruta para que la salud de todos los mexicanos se mantenga al centro de la política pública.

Termino recordando que, en materia de petróleo y gas, así como en transporte, los objetivos de reducción de emisiones también están lejos de cumplirse, toda vez que la empresa del Estado no se encuentra en esa posibilidad y bajo la presente administración no se le ha exigido el cumplimiento. Por todo lo anterior, el valor del PRODESEN 2022-2036 es que nos muestra, de una manera descarnada, nuestra realidad en materia de compromiso con el cuidado de la salud y del medio ambiente.

Te invitamos a leer este artículo en Animal Político.

Rosanety Barrios (@RosanetyBarrios) es Analista del Sector Energético, Consejera Fundadora del grupo Voz Experta, miembro del Consejo Directivo de la Asociación Nacional de Energía Solar (ANES) y experta México, ¿cómo vamos?

1 Figura legal que permitía construir plantas privadas para atender la demanda de los socios.

2 La generación distribuida de acuerdo a la Ley de la Industria Eléctrica es la que se realiza en una instalación que está interconectada a un “circuito de distribución que contenga alta concentración de centros de carga”. El ejemplo típico de esto son las celdas solares en los techos de las casas y comercios que vemos en las ciudades.

3 El compromiso de reducción de gases de efecto invernadero incluyó los sectores transporte, petróleo y gas, industrial, agricultura y ganadería y residencial y comercial.

4 Compuesta por energía nuclear, geotermia, hidroeléctrica, biomasa, solar, eólica y la llamada cogeneración eficiente.

5 Para el periodo 2018-2021, este dato incluye la generación distribuida.

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