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Índice de Progreso Social 2015-2022: un avance en el largo camino hacia el bienestar

  • El desempeño registrado en el Índice de Progreso Social 2022 refleja una buena recuperación a nivel nacional y en cada una de las dimensiones. Sin embargo, es preciso reconocer las profundas disparidades regionales que persisten en el país, ya que un progreso desigual no solo obstaculiza un desarrollo equitativo a nivel nacional, sino que también restringe el pleno potencial de crecimiento económico y social.
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En 2022 se registró una buena recuperación de la economía, con un crecimiento anual acumulado de 3.1 % y una recuperación de cinco de los seis sectores más importantes de la economía. Sin embargo, el PIB per cápita se mantuvo en niveles similares al de 2014. ¿Qué nos dicen estos datos? ¿Acaso nos brindan una idea de la evolución de la calidad de vida de la población mexicana? Si bien el PIB per cápita nos brinda una primera aproximación sobre el nivel de vida de la población, es preciso considerar indicadores complementarios para tener una visión panorámica del bienestar en el país. El crecimiento es necesario para el progreso social, pero no es suficiente.

Para ello, es preciso ir más allá del PIB y prestar atención al Índice de Progreso Social (IPS), el cual ofrece una perspectiva integral al ser una medición del desempeño social en las entidades del país considerando un rango de indicadores sociales y ambientales agrupados en tres dimensiones: Necesidades Humanas Básicas (NHB), Fundamentos del Bienestar y Oportunidades.

México, ¿cómo vamos?, junto a la iniciativa Social Progress Imperative, presenta la serie IPS 2015-2022 para México con el objetivo de ofrecer una herramienta que permite conocer las variables en las que es preciso voltear la mirada para formular políticas que contribuyan a mejorar la calidad de vida de la población.

En 2022, el puntaje en el IPS se registra en 65.6 de 100 posibles; el nivel más alto en la serie. Asimismo, todas las entidades registran un puntaje superior respecto a 2021 y, a excepción de seis estados (Colima, Durango, Nuevo León, Oaxaca, Sonora y Tlaxcala), en 2022 mantienen el nivel más alto en su registro.

A pesar de los avances en el IPS, persisten notables desigualdades en cuanto al desempeño a nivel estatal. Mientras Ciudad de México, Aguascalientes y Nuevo León se posicionan como las tres entidades con mejor desempeño con puntajes superiores a 72 puntos; Guerrero, Oaxaca y Chiapas se mantienen en los tres últimos lugares no solo en 2022, también a lo largo de la serie desde 2015, con puntajes inferiores a 57 puntos.  La brecha entre la entidad con el mejor puntaje (Ciudad de México) y el estado con el peor desempeño (Guerrero) no se limita a una diferencia de 28 puntos, pues más allá de la cifra, esta disparidad debe interpretarse como una llamada de alerta para promover el bienestar en las regiones menos favorecidas, garantizando un desarrollo equitativo y sostenible en todo el territorio.

Ahora bien, en relación al desempeño de cada una de las dimensiones, Necesidades Humanas Básicas nos permite conocer cuál es la evolución de la calidad y disponibilidad de servicios y condiciones necesarias para otorgar un nivel de vida adecuado a la población. Después de las caídas en 2020 y 2021 en NHB, relacionadas por el impacto de la pandemia en el componente de Nutrición y cuidados médicos básicos, en 2022 se observa una buena recuperación alcanzando 74.2 puntos; el nivel más alto en su serie.

Para conocer cuál es la calidad de la educación y la información disponible en cada entidad o bien, si el estado está usando sus recursos de manera sustentable, es preciso analizar la dimensión de Fundamentos del Bienestar. La cual incrementó 2.8 puntos respecto a 2021, pero sigue sin recuperarse el nivel observado previo al impacto de la pandemia (2019), además se mantiene 2.5 puntos por debajo desde su último pico en 2015.

Finalmente, si nos preguntamos si las personas son libres para tomar sus decisiones sin restricciones, cuál es la cobertura y calidad de la educación superior o bien, si hay personas excluidas de la sociedad por motivos como orientación sexual, entonces debemos prestar atención a la dimensión de Oportunidades, la dimensión con puntaje más bajo, la cual el cual alcanzó 56.5 puntos en 2022.

A pesar del incremento en los puntajes de las tres dimensiones a nivel nacional, es esencial destacar las marcadas disparidades existentes entre las diferentes entidades. Ciudad de México ostenta la primera posición en dos de las tres dimensiones, mientras que Guerrero se encuentra en la última posición tanto en la dimensión de NHB como en la dimensión de Oportunidades, y ocupa el tercer lugar en la dimensión de Fundamentos del Bienestar.

Es importante señalar que el bajo desempeño de Guerrero ha sido una constante a lo largo de la serie y el reciente impacto por el huracán Otis supondrá un desafío adicional para su progreso social. De ahí la importancia de contar con herramientas medibles para conocer el impacto de un fenómeno, identificando las áreas más afectadas y complementando la información previamente disponible sobre aquellas que requerían mejoras. Esta información es esencial para buscar propuestas que vayan más allá de la mera restauración del nivel previo al desastre natural, ya que dicho nivel en sí mismo demandaba mejoras sustanciales.

En relación a lo anterior, Guerrero se encuentra entre las entidades con mayor pobreza laboral, rezago educativo y carencia por acceso a los servicios de salud. Estos desafíos no son aislados, pues un mayor progreso social está inversamente relacionado con estos indicadores.  Lo anterior implica que a medida que estos componentes exhiben un peor desempeño, el progreso social tiende a disminuir.

En suma, el desempeño registrado en el IPS 2022 refleja una buena recuperación en el nivel nacional y en cada una de las dimensiones. Sin embargo, es preciso reconocer las profundas disparidades regionales que persisten en el país, ya que un progreso desigual no solo obstaculiza un desarrollo equitativo a nivel nacional, sino que también restringe el pleno potencial de crecimiento económico y social. Así el IPS, como herramienta de medición, ofrece una visión precisa de estas disparidades; su importancia radica en utilizarlo como un medio para proponer soluciones que busquen incrementar el bienestar en México.

Te invitamos a leer este artículo en Animal Político.

* Sandra Martínez (@sandrammarpe) es analista en México, ¿cómo vamos?

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