La creciente participación de México en el comercio internacional ha intensificado las disparidades económicas entre regiones del país, un ejemplo de ello es el rezago en el sur-sureste que abarca Veracruz, Tabasco, Chiapas y Oaxaca. Actualmente todas las regiones están en un momento crucial debido al nearshoring, ofreciendo una oportunidad única para integrar estados no vinculados a las cadenas de valor de Norteamérica, lo que podría transformar significativamente su crecimiento, sobre todo el de la región sur-sureste que históricamente ha sido menor.
El Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT), un proyecto destacado de este sexenio, busca integrar la región a las cadenas de valor de Norteamérica y al dinamismo de la región norte y centro. El éxito del CIIT depende de que la mejora económica se traduzca en progreso social, preservando la identidad cultural y la riqueza natural. Factores como un estado de derecho débil y la presencia de crimen organizado deben considerarse, especialmente en el contexto de las elecciones de gobernadores en 2024 en Tabasco, Chiapas y Veracruz.
¿A qué factores se le atribuye el rezago económico?
La informalidad es el factor preponderante en la región, en Oaxaca un 75.8% de la población se encuentra en esta condición laboral y todos los demás estados de la región tuvieron niveles mayores al promedio nacional de 51.3%. Otros factores ligados a la informalidad son la pobreza laboral y la baja productividad, el caso de Chiapas es un ejemplo dado que se reportó que un 65.9% de sus habitantes están en situación de pobreza laboral y además es el estado menos productivo de la república. Adicionalmente, las diferencias económicas también se observan en los niveles de PIB per cápita que se encuentran rezagados respecto al promedio nacional en todos los estados de la región sur-sureste. El nivel nacional aumentó desde la pandemia, pero aún es menor al pre-pandemia de $193,984 pesos en 2018.
“El rezago entre el promedio nacional de 2022 y el de 2018 es de alrededor de 6 mil pesos, pero en estados como Oaxaca y Chiapas la diferencia es más de 130 mil pesos.“
El repunte del sur-sureste aún presenta rezagos en progreso social …
Los problemas estructurales en la región sur-sureste no han sido un impedimento para el repunte de inversión en construcción que ha generado crecimientos a doble dígito en Tabasco y Oaxaca en el segundo trimestre del 2023, en gran parte por obras de infraestructura pública como la Refinería Dos Bocas y otros megaproyectos del gobierno en turno. La transformación de los beneficios económicos en progreso social dependen de que fallas estructurales como informalidad y pobreza laboral disminuyan al mismo ritmo que aumenta el crecimiento económico. Una prueba de lo anterior es que los estados de la región se encuentran consistentemente en los últimos lugares del Índice de Progreso Social (IPS) de México, ¿cómo vamos? a pesar de tener las tasas de crecimiento más altas del país.
Un hallazgo del IPS fue encontrar una relación entre anuncios de inversión y nivel de progreso social lo cuál es relevante a la luz del nearshoring. Prueba de ello es que los estados que reportaron las mayores tasas de crecimiento como Tabasco y Oaxaca son los que menos anuncios tuvieron en 2023 por estar en el cuadrante de bajo progreso social.
La condición necesaria para la llegada de inversiones por nearshoring es el progreso social, por lo que el crecimiento económico no es suficiente para garantizar la sostenibilidad de las inversiones mientras persistan condiciones que generan rezagos en el progreso social como un bajo nivel de capital humano.
El éxito del CIIT está en riesgo sin políticas para mejorar la seguridad pública
El (CIIT) consiste en la creación de polos de desarrollo que serán parques industriales en los estados de Oaxaca y Veracruz con el objetivo de convertirlos en centros atractivos para empresas extranjeras e inversión industrial basada en las vocaciones de la región sur-sureste.
“Es fundamental para los futuros gobernantes de Veracruz, Tabasco y Chiapas fortalecer el estado de derecho que es necesario para garantizar la protección de las inversiones y el establecimiento de mecanismos que otorguen certeza jurídica a los contratos.“
La percepción de seguridad pública es clave para un mayor progreso social, en la medida que la población local percibe que la impartición de justicia es deficiente, la habilidad del crimen organizado de absorber los beneficios para la población sin consecuencias aumenta.
Integralia Consultores, en una publicación titulada “Diez riesgos políticos para 2024”, advirtió la posibilidad que grupos criminales aprovechen las elecciones para aumentar su proliferación en gobiernos y mercados locales, el riesgo cambia de acuerdo al estado y los del sur-sureste tienen un nivel muy alto de control de grupos criminales.
De acuerdo al IPS 2022, los estados de Tabasco y Veracruz están entre los 10 estados con mayor percepción de inseguridad lo cual es un riesgo a considerar para el CIIT o cualquier otro proyecto que se plantee en esa región. En los lineamientos del CIIT se establece el despliegue de infantería de la Marina que protegerá las carreteras y el ferrocarril entre polos de desarrollo. Sin embargo, los bloqueos del crimen organizado ya han generado un retraso significativo por extorsiones al personal y ha causado que se adquieran insumos para la construcción a sobreprecio fijado por los carteles.
El nearshoring, el CIIT y las elecciones de gobernadores locales en el sur-sureste marcan un momento coyuntural para definir el éxito de la integración regional a la dinámica comercial global y una oportunidad de mermar el rezago económico y social. Es un hecho que las nuevas inversiones ligadas al nearshoring llegan a lugares con mayor progreso social, estas son sostenibles en la medida que haya un estado de derecho que las proteja de la intervención del crimen organizado en las negociaciones, lo cual permanece una tarea fundamental para los futuros gobernantes.
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