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La maldición de los recursos naturales: el caso del Golfo de México

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Ilustración: Víctor Solís | Cortesía de Nexos

¿La abundancia de recursos naturales tiene un efecto positivo en el progreso social de los habitantes? Existe una amplia literatura sobre la correlación negativa entre la abundancia de recursos naturales —no renovables— y la calidad de vida de los habitantes, y el Golfo de México —Campeche, Tabasco y Veracruz— no es la excepción. Estas entidades persistentemente se ubican en los últimos lugares del Índice de Progreso Social (IPS) 2015-2021, la medida holística de la calidad de vida de los habitantes. El IPS mide los resultados en los temas que realmente importan como la salud, la educación, la seguridad y no asignaciones presupuestales o valuaciones de los recursos extraídos del subsuelo.

La maldición de los recursos naturales se refiere a la experiencia de países ricos en recursos naturales no renovables cuya explotación y comercialización no tuvo un efecto positivo en la calidad de vida de sus habitantes en el largo plazo.1 Estas experiencias pueden ser explicadas por la falta de planeación de las políticas públicas que priorizaron la utilidad de corto plazo sobre el bienestar futuro. Un ejemplo contrario es el Fondo soberano de Noruega, que invierte los excedentes por venta de petróleo y los ahorra con objetivos específicos como las pensiones. Un ejemplo en México podría ser el objetivo original del Fondo Mexicano del Petróleo para la estabilización y el desarrollo. Resulta importante enfatizar la responsabilidad de la conducción de la política económica en la explotación de recursos naturales para obtener resultados deseables para la población.

Los resultados de la región Golfo del IPS 2021 son alarmantes: Campeche ocupa el lugar 26, seguido por Tabasco con el lugar 27 y finalmente Veracruz con el lugar 29 de 32 entidades federativas. En retrospectiva, si la política económica actual tiene sus cimientos en la soberanía energética entendida por la explotación y refinación de hidrocarburos, algo no le cuadra a los ciudadanos. Este resultado no es producto de una o tres administraciones; por recordar un dato, en Campeche se encuentra Cantarell, el yacimiento más importante de la historia petrolera de nuestro país. De acuerdo a la Comisión Nacional de Hidrocarburos, el campo Akal del complejo de Cantarell llegó a producir 2086 miles de barriles diarios en mayo de 2004, cifra superior a la producción nacional total de los últimos cuatro años, que ronda los 1600 miles de barriles diarios.

Sin duda es una región con abundancia de recursos naturales no renovables, pero que no ha logrado trasladar esta riqueza en condiciones favorables de largo plazo para sus habitantes. Esto no significa que la región haya sido abandonada por el Presupuesto Federal en los últimos años; al contrario, en Tabasco se encuentra la construcción de la Refinería de Dos Bocas y a pesar de esta importante inversión el estado se ubica en la posición 27 de 32 en la dimensión Fundamentos del Bienestar. Esta dimensión tiene componentes como acceso a conocimientos básicos, salud y calidad medioambiental que son condiciones necesarias para que pueda haber progreso social en los próximos años.

Tabasco nos ayuda a poner en perspectiva que la asignación de presupuesto público en infraestructura sin evaluaciones integrales no se traduce en mejores condiciones de vida para los habitantes. Además, muestra el valor de contar con mediciones complementarias a las monetarias; por ejemplo, Tabasco fue el estado que presenta una mayor recuperación pospandemia al tercer trimestre de 2022 y su semáforo de crecimiento económico de México, ¿cómo vamos? se encuentra en verde.

Un plan de desarrollo del sureste mexicano debe contemplar la integración comercial y vías de comunicación necesarias con el sureste de Estados Unidos, ocho de cada diez pesos de exportaciones se dirigen a este país. Por lo anterior, la construcción y ampliación de puertos en el Golfo de México son condiciones necesarias para integrar e impulsar la economía de estas regiones. Destaca que Veracruz es el único estado de la región dentro del grupo de estados con peor nivel de PIB per cápita junto con Guerrero, Oaxaca y Chiapas, mientras que Tabasco y Campeche se encuentran en el grupo de estados con PIB per cápita medio. El desarrollo económico de Veracruz es clave para dinamizar las actividades económicas de la región y una buena planeación tiene la capacidad de mejorar los rubros de progreso social, no sólo para Veracruz, sino también para la región sur de México.

Los próximos planes de desarrollo regional deben tener en mente dos aspectos transversales para que los habitantes puedan acceder a mejores condiciones de vida en el futuro: el medioambiente y la educación. Priorizar estos rubros no implica olvidarnos de otras dimensiones como la salud o la seguridad. Sin embargo, estos tres estados tienen un importante rezago tanto en calidad medioambiental y en el caso de acceso a conocimientos básicos el rezago es aún mayor.

El Golfo de México tiene los recursos naturales y la puerta de acceso para mejorar la calidad de vida de los habitantes de la región. El IPS 2021 es una gran herramienta para detectar cómo vamos con el desarrollo regional en lo que realmente importa: acceso a servicios públicos como agua y saneamiento, salud, conocimientos básicos, entre otros.

El persistente bajo desempeño de estos tres estados en la serie 2015–2021 del Índice de Progreso Social y el respaldo de la literatura sobre la maldición de los recursos naturales deja a las autoridades federales, nacionales y municipales la tarea de revertir la experiencia de ser un caso más de la explotación desmedida de recursos sin importar la calidad de vida de sus habitantes.

Te invitamos a leer este artículo en Nexos.

Adriana García
Coordinadora de análisis económico en México, ¿cómo vamos?

1 Sachs, J. D., y Warner, A. M. “Natural Resource Abundance and Economic Growth”, NBER Working Papers 5398, National Bureau of Economic Research, 1995.

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