Los estados que conforman la región Norte del país —Chihuahua, Nuevo León y Tamaulipas— no sólo comparten frontera y una posición estratégica con Estados Unidos, sino que buena parte de su historia de desarrollo económico reciente está vinculada al intercambio comercial con el país vecino. Con la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) el 1 de enero de 1994, estos estados resultaron beneficiados en términos de la atracción de inversión extranjera directa (IED) y el aprovechamiento de programas gubernamentales de apoyo a las exportaciones, lo que impulsó de forma importante la productividad y el intercambio comercial de la región, y consecuentemente, su crecimiento económico. Tal como lo reporta la Comisión Nacional de Inversiones Extranjeras, de 1999 a 2022, las tres entidades de la región acumularon cerca del 19 % de la IED en México. Por otro lado, tan sólo en 2022, estos estados concentraron alrededor del 31 % de las ventas internacionales de México al mundo. Estados Unidos es el principal destino comercial al recibir en promedio el 92 % de las ventas al extranjero de estos estados. Este dinamismo económico ha influido de manera directa e indirecta en el progreso social de su población, la cual goza de un bienestar relativamente alto en el contexto nacional.
Así lo deja ver el Índice de Progreso Social (IPS) elaborado por México, ¿cómo vamos?, una medición holística del desempeño social de un país o región independiente de factores económicos y basado en un rango de indicadores sociales y ambientales que capturan tres dimensiones del progreso social: Necesidades Humanas Básicas, Fundamentos del Bienestar y Oportunidades. En 2021, el puntaje nacional del IPS se estimó en 63 puntos de 100 posibles, el puntaje más bajo desde el primer registro de 2015 (62.9 puntos). De forma específica, en el IPS 2021 los estados de Nuevo León, Tamaulipas y Chihuahua se ubicaron en las posiciones 3 (71.1 pts.), 10 (66.30 pts.) y 13 (65.78 pts.), respectivamente, de las 32 entidades del país. Aunque cada entidad cuenta con dinámicas y características particulares, el IPS nos permite identificar los aspectos del bienestar donde se han logrado avances significativos, pero más importante aún, las áreas puntuales con rezagos importantes que deben formar parte de las agendas de gobierno para los próximos años a nivel regional.
Analizando de forma desagregada los componentes del IPS 2021, en la dimensión de Necesidades Humanas Básicas, la cual considera componentes que miden las condiciones esenciales que una persona debe satisfacer para tener una calidad de vida mínima como nutrición, agua y saneamiento, vivienda y seguridad personal, los estados de Nuevo León, Tamaulipas y Chihuahua se encontraban en las posiciones 6 (76.7 pts.), 12 (70.4 pts.) y 15 (68.7 pts.), respectivamente. Si bien los tres estados presentan cierta estabilidad en esta dimensión durante el periodo 2015–2020, de 2020 a 2021 hubo cambios importantes. De forma destacada, el estado de Chihuahua tiene una mejora considerable en los componentes de esta dimensión y escaló 11 posiciones, pasando del puesto 26 al 15; por su parte, Nuevo León tiene un retroceso en el último año, pasando de la primera posición al sexto lugar; finalmente, Tamaulipas desciende un sitio en esta dimensión, pasando del lugar 11 al 12. En términos generales, sin tomar en cuenta los resultados del componente Nutrición y cuidados médicos, que se vieron impactados de forma importante en el contexto de la pandemia, en 2020 y 2021 Seguridad personal es el componente con peor desempeño de esta dimensión a nivel nacional y regional; Tamaulipas, Nuevo León y Chihuahua se sitúan en las posiciones 15 (64.4 pts.), 20 (57.2 pts.) y 27 (45.4 pts.), respectivamente. Este componente es relevante no sólo por influir en el desarrollo pleno de la población, sino por el impacto económico que tiene en términos de la atracción de inversiones y en la productividad.
Por su parte, en la dimensión de Fundamentos de bienestar que incluye componentes más de calidad que de cantidad como acceso a educación básica, a información, a salud y la calidad ambiental, los estados de Nuevo León, Chihuahua y Tamaulipas ocupaban en el ranking estatal 2021 las posiciones 3 (72.2 pts.), 10 (69 pts.) y 13 (66.2 pts.), respectivamente. Aunque la mejora relativa de esta dimensión en el último año no compensó la caída sufrida en 2020, es importante destacar que en 2021 los estados de la región Norte se encontraron entre los seis que mejoraron respecto a 2015; Nuevo León ocupó el tercer puesto en el ranking, Chihuahua la posición 10 (subiendo un puesto respecto a 2020) y Tamaulipas la posición 13 (subiendo cuatro puestos respecto a 2020). En términos generales, el componente de Acceso a conocimientos básicos debería ser una de las prioridades para los tres estados de la región, seguido por los componentes de Salud y Calidad medioambiental. Respecto al primero, Tamaulipas, Chihuahua y Nuevo León registraban la puntuación más baja de todos los componentes de esta dimensión, ubicándose en las posiciones 25 (27 pts.), 9 (40.3 pts.) y 5 (43.6 pts.), respectivamente.
Finalmente, la dimensión Oportunidades evalúa las posibilidades y herramientas a las que las y los habitantes de cada estado pueden acceder para lograr un mayor desarrollo personal y profesional. Para ello, incluye componentes relacionados con derechos personales, libertad de elección, inclusión y acceso a educación superior. En este componente, los estados de la región Norte tienen su mejor desempeño en términos generales, ocupando Nuevo León, Tamaulipas y Chihuahua las posiciones 2 (64.4 pts.), 3 (62.5 pts.) y 10 (59.6 pts.), respectivamente. De forma específica, aunque en el componente de Libertad personal y de elección se observó un progreso sostenido entre 2015 y 2020, en 2021 fue el componente que peor desempeño tuvo en esta dimensión a nivel nacional y regional, ocupando Tamaulipas, Nuevo León y Chihuahua las posiciones 8 (47.1 pts.), 10 (45.8 pts.) y 13 (45.1 pts.), respectivamente. Cabe mencionar que, aunque este empeoramiento se debió en buena medida a factores del mercado laboral en México asociados a los efectos de corto plazo de la pandemia, no quita la necesidad de mejorar las condiciones laborales locales que permitirían elevar la competitividad de la región ante las oportunidades que se presentan en el contexto actual de relocalización de las cadenas globales de valor.
En términos generales, la radiografía del bienestar de la región Norte que nos presenta el Índice de Progreso Social 2021 es alentadora. No obstante, nuevos retos y oportunidades se presentan para la región en un contexto de reactivación económica pospandemia y ante el fenómeno del nearshoring o la relocalización de las cadenas de valor hacia economías “amigas”. Asegurar un crecimiento económico sostenido requiere también apostarle a elevar el nivel de bienestar de la población, a fin de lograr un desarrollo integral que incremente la competitividad de la región. Por ello, los gobiernos subnacionales deben recordar que el crecimiento sostenido es una condición necesaria para el progreso social, pero no suficiente si no se acompaña de políticas públicas eficaces que impulsen un desarrollo incluyente.
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Fernando Gómez Zaldívar
Profesor-investigador en el Tecnológico de Monterrey y líder de la Unidad de Inteligencia Competitiva y Política Pública del Institute of Advanced Materials for Sustainable Manufacturing
Este texto es una colaboración entre México, ¿cómo vamos? y nexos.