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#PublicaciónMCV

Quinto informe de gobierno, ¿cómo vamos?

  • Este 1 de septiembre, se lleva a cabo el Quinto Informe de Gobierno por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador. En este contexto, México, ¿cómo vamos? realiza el recuento sobre la situación del desempeño socioeconómico en el país.
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FOTO: MICHEL BALAM/CUARTOSCURO.COM

Este viernes 1 de septiembre, se llevará a cabo el Quinto Informe de Gobierno por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador. 

En este contexto, México, ¿cómo vamos?, en su labor por compartir un diagnóstico objetivo sobre cómo va el país ​​a fin de impulsar un crecimiento económico sostenido e incluyente, realiza el recuento sobre la situación del desempeño socioeconómico en el país.

En esta publicación encontrarás información sobre:

  • Producto interno bruto (PIB)

Al segundo trimestre de 2023 (2T2023), el tamaño de la economía rebasó en 3% el último pico prepandemia (3T2018) y se encuentra en un nuevo máximo histórico. Sin embargo, el PIB per cápita muestra 7 años de rezago, al encontrarse en niveles de 2016.

  • Inflación

Si bien se observa una trayectoria descendente en la tasa de inflación general desde principios de este año, el reto persiste en los alimentos, cuya variación anual se ha mantenido por encima de la inflación general. En la primera quincena de agosto los alimentos tuvieron una variación anual de 6.83%. 

  • Salario mínimo

En el periodo 2018-2022 el salario mínimo se incrementó 60% en términos reales; el poder adquisitivo del salario mínimo actual es similar al que tenía en 1985. Desafortunadamente, los incrementos al salario mínimo están restringidos a las y los trabajadores con una ocupación formal, lo cual representa un problema en un mercado laboral como el mexicano, donde el porcentaje de personas ocupadas con un empleo informal es persistentemente mayor al 50%.

  • Informalidad laboral

A pesar de la baja desocupación laboral (2.8% al 2T2023), la calidad del empleo al que tiene acceso la población no es la deseable. El 51.4% de los trabajadores no agropecuarios de México tienen un empleo informal, es decir, sin un vínculo laboral reconocido que garantice el cumplimiento de sus derechos laborales. Además, la tasa de informalidad es más alta para las mujeres (54.9%) que para los hombres (48.6%).

  • Pobreza laboral

La pobreza laboral es una situación en la que el ingreso laboral de un hogar no es suficiente para alimentar a todos sus miembros. El porcentaje de la población en esta situación presentaba una tendencia descendente desde 2017, la cual fue interrumpida por la pandemia de Covid-19. Actualmente, se encuentra en un nivel de 37.8% de la población, aún mayor que el 36.6% observado previo a la pandemia.

  • Pobreza extrema

No se han mostrado avances en la pobreza extrema, la cual en 2022 fue de 7.1% de la población, cifra superior al de la medición de 2018 de 7.0% de la población. En millones de personas, la cifra pasó de 8.7 millones en 2016 y 2018 a 9.1 millones en 2022.

  • Desigualdad

Los datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) señalan que la desigualdad de ingresos en México ha disminuido en años recientes, representada por una caída del coeficiente de Gini de 0.464 en 2016 a 0.413 en 2022. Sin embargo, este resultado se debe tomar con precaución, pues parte de asumir que los hogares son homogéneos en la cantidad de las personas que los integran, cuando en realidad el mayor nivel de ingreso que alcanzan los hogares está directamente relacionado con la cantidad de integrantes y preceptores en el hogar. Asimismo, no toma en cuenta que las encuestas de ingresos de los hogares tienden a subestimar los ingresos en los hogares de mayores ingresos.

  • Acceso a servicios de salud

Resulta alarmante el incremento de la población sin acceso a servicios de salud, que aumentó de 15.6% de la población (18.8 millones) en 2016 a 39.1% (50.4 millones) en 2022, ¡31.6 millones de personas más sin acceso a servicios de salud!

  • Rezago educativo

La educación es un pilar fundamental para el progreso social y el desarrollo económico, por lo que resulta preocupante observar un aumento de 1.6 millones de personas con rezago educativo entre 2018 y 2022. Las entidades con mayor porcentaje de personas en rezago educativo son Chiapas, Oaxaca y Michoacán con porcentajes de 31.1%, 29.1% y 28.9%, respectivamente. 

  • Transferencias gubernamentales

Aunque se observa un aumento generalizado en el porcentaje de hogares que recibieron transferencias gubernamentales respecto a 2020, los hogares de menores ingresos tienen menor cobertura en comparación con 2018. Por lo que se observa una asignación de recursos que no es óptima; cuyas estrategias no son focalizadas para beneficiar a las personas de menores recursos. 

  • Comercio internacional y tipo de cambio

Al 2T2023 México es el principal socio comercial de Estados Unidos y las exportaciones de nuestro país son la principal fuente de dólares en la economía mexicana. Esto, junto con el diferencial de tasas entre México y Estados Unidos, ha mantenido al peso mexicano fuerte. No obstante, un peso fuerte no beneficia a todos por igual; perjudica a quienes reciben ingresos del exterior, como las familias receptoras de remesas, ya que reciben menos pesos por dólar enviado.

Producto interno bruto (PIB)

En el segundo trimestre de 2023 (2T2023) la economía mexicana mostró un crecimiento de 3.6% respecto al nivel observado en el mismo trimestre de 2022. 

Desde el 4T2021 se han observado variaciones trimestrales positivas, siendo el último dato observado el del 2T2023, donde se presentó un avance de 0.8%, séptimo incremento trimestral consecutivo. 

Así, el PIB alcanzó su nivel prepandemia (4T2019) en el 2T2022, tras ocho periodos trimestrales desde la contracción en el 2T2020. Sin embargo, es importante recordar que la actividad económica mostraba estancamiento desde antes de la pandemia, con tasas trimestrales cercanas a cero o negativas entre finales de 2018 e inicios de 2020.

En consecuencia, no solo era importante recuperar el nivel prepandemia, sino retomar una trayectoria de crecimiento.

Con el dato observado al 2T2023, se alcanzó un nuevo máximo histórico en la serie. No obstante, el PIB per cápita se encuentra en niveles similares a 2016, ¡7 años de retroceso!

Para alcanzar una recuperación de los ingresos promedio de los habitantes de México se requiere un crecimiento económico que compense el crecimiento demográfico y las afectaciones por grupos de personas.

Inflación

La inflación ha permanecido como un desafío relevante en el panorama económico, ya que desde marzo de 2021 la tasa de inflación se encuentra por encima del rango objetivo de Banxico. Si bien, gracias a la postura restrictiva del Banco Central, se observa una trayectoria descendente en la tasa de inflación desde principios de este año, el reto persiste en los alimentos, cuya variación anual se ha mantenido por encima de la inflación general. En la primera quincena de agosto la tasa anual de inflación fue de 4.67%, mientras que los alimentos tuvieron una variación anual de 6.83%. 

Del mismo modo, la canasta alimentaria –línea de bienestar mínimo definida por el Coneval– ha presentado incrementos por encima de la inflación general. En julio de 2023 su incremento anual fue de 7.3% en zonas urbanas y 6.8% en zonas rurales. 

Un entorno caracterizado por niveles elevados de inflación repercute especialmente en los hogares de menores ingresos. Esta situación es preocupante ya que 4 de cada 10 mexicanos se encuentran en situación de pobreza laboral.

Salario mínimo

Actualmente, el salario mínimo equivale a $207.44 diarios en el país y $312.41 en la zona fronteriza. Las personas que perciben este ingreso tienen la posibilidad de costear 2.9 y 4.3 veces el valor de la canasta alimentaria urbana. Sin embargo, esto es únicamente si se asume que son hogares unipersonales.

Transformando el valor del salario mínimo a valores reales, es decir, valores que son comparables en el tiempo porque se ha descontado la inflación, se encuentra que en el periodo 1994-2018 no se presenta un incremento en términos reales del salario mínimo, sino una disminución de (-)9%. Por otro lado, en el periodo 2018-2022 el salario mínimo se incrementó 60% en términos reales; el poder adquisitivo del salario mínimo actual es similar al que tenía en 1985.

Desafortunadamente, estas medidas solo benefician a menos de la mitad de la población ocupada en México (48.6% de la población ocupada no agropecuaria en el 2T2023), pues el resto se encuentra en informalidad laboral.

Informalidad laboral

Al 2T2023 la tasa de desocupación se ubicó en 2.8% de la PEA, mostrando una disminución en su comparación anual de (-)0.4 pp. Asimismo, la tasa de participación laboral (60.2%) es mayor a la observada previo al impacto de la pandemia (1T2020), cuando se encontraba en 59.9%. No obstante, un reto persistente en el mercado laboral mexicano es que es predominantemente informal.

Durante el 2T2023, 51.4% de los trabajadores no agropecuarios de México tuvieron un empleo informal; tasa superior a la observada en el trimestre previo (51.3%). Esto quiere decir que más de la mitad de trabajadores en el país laboran en un empleo que no les proporciona un vínculo laboral reconocido ni les garantiza el cumplimiento de sus derechos laborales, como el acceso a una pensión para la vejez, acceso a servicios de salud, el cumplimiento de una jornada laboral, liquidación y vacaciones por ley, entre otras.

Además, la tasa de informalidad es más alta para las mujeres (54.9%) que para los hombres (48.6%) y la brecha no muestra progreso.

Pobreza laboral

A pesar del incremento en el poder adquisitivo en términos reales observado en las y los trabajadores más pobres, el nivel de pobreza laboral es otro reto persistente para México. Después del 36.6% de personas en pobreza laboral registrado en el 1T2020, a raíz de la pandemia se registró un nivel histórico en la población en pobreza laboral en el 3T2020 (46%). Para el 1T2023 este porcentaje se redujo a 37.7%, tasa aún superior a lo registrado previo a la pandemia, y en el 2T2023 se presentó un ligero repunte, a 37.8% de la población.

Pobreza extrema

De acuerdo con la medición multidimensional de la pobreza publicada por el Coneval, el porcentaje de la población en situación de pobreza en 2022 fue de 36.3%, una caída de 5.6 puntos porcentuales respecto a 2018. Esta tasa es la menor tasa en el periodo 2016-2022 y representa aproximadamente 46.8 millones de personas.

Por su parte, la pobreza extrema se situó en 7.1% de la población, cifra menor que en 2020, cuando fue de 8.5% y nos encontrábamos en la crisis de COVID-19. No obstante, este porcentaje es superior al de la medición de 2018 de 7.0% de la población.

En términos de población, 9.1 millones de personas se encuentran en pobreza extrema en México, número superior a lo observado en 2016 y 2018 (8.7 millones en ambos años).

Este estancamiento en la pobreza extrema se debe a que, si bien se observa una reducción en el porcentaje de la población con ingreso inferior a la línea de pobreza extrema por ingresos (pasa de 14.9% en 2016 a 12.1% en 2022), en las carencias sociales se registra un incremento en el porcentaje de la población con al menos tres carencias sociales (20% en 2016 contra 24.9% en 2022). Al analizar el desempeño de las diferentes carencias sociales, 2022 presenta un incremento en el porcentaje de la población con rezago educativo y carencia por acceso a los servicios de salud. 

Desigualdad

De acuerdo con los datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), la desigualdad de ingresos en el país ha disminuido en años recientes, pues el coeficiente de Gini pasó de ser 0.464 en 2016 a 0.413 en 2022. Este resultado es el que encontramos cuando analizamos la distribución del ingreso corriente total en los hogares; sin embargo, no todos los hogares son homogéneos en la cantidad de las personas que los integran, de hecho, a mayor nivel de ingresos, mayor es la cantidad de personas y perceptores de ingreso en el hogar, es decir, ese mayor nivel de ingreso que alcanzan los hogares está directamente relacionado con la cantidad de integrantes y preceptores en el hogar.

Para controlar esta situación, podemos hacer una análisis diferente, calculando el coeficiente de Gini del ingreso per cápita de los hogares. Con esta transformación se encuentra que el coeficiente de Gini pasó de ser 0.506 en 2016 a 0.458 en 2022. La magnitud es mayor a la observada con el ingreso total de los hogares, pero se mantiene la tendencia a la baja.

No obstante, el subreporte de ingresos en las encuestas de ingresos de los hogares, en especial en los de mayores ingresos, sesga a la baja el cálculo del coeficiente de Gini, lo que genera la percepción de una menor desigualdad observada en el país.

Para entender mejor este fenómeno tomaremos como referencia los resultados del Consejo de Evaluación de la Ciudad de México (EVALÚA), organismo autónomo que realiza el ajuste de los ingresos de la ENIGH de acuerdo con la información reportada en Cuentas Nacionales (CN).

En la figura anterior se puede apreciar que las reducciones constantes en la desigualdad de ingresos observadas en el país de acuerdo con la ENIGH (en ingresos totales de los hogares y en ingresos per cápita) no se mantienen una vez que se ajusta la distribución de ingresos por CN. Mientras que con los datos de la ENIGH se observa una caída en la desigualdad entre 2016 y 2018, con el ajuste con CN se observa un incremento. Además, como se mencionó anteriormente, los coeficientes de Gini calculados a partir de la ENIGH se encuentran persistentemente por debajo de los calculados una vez ajustados por CN.

Para entender mejor la evolución de la desigualdad en el país tenemos a nuestra disposición otras herramientas, conoce más aquí

Acceso a servicios de salud

En los datos publicados por el Coneval sobre la medición de pobreza multidimensional de 2022, destaca el incremento de la población sin acceso a servicios de salud, que aumentó de 15.6% de la población (18.8 millones) en 2016 a 39.1% (50.4 millones) en 2022, ¡31.6 millones de personas más sin acceso a servicios de salud!

Este aumento en la carencia por acceso a los servicios de salud está relacionado con una caída muy significativa en la población afiliada a instituciones públicas independientemente de su condición laboral. En 2018, las instituciones que proveían estos servicios públicos de salud eran el Seguro Popular y el IMSS-Prospera con una cobertura del 42.4%. Por su parte, en 2022 las instituciones que proveían estos servicios eran el INSABI e IMSS-Bienestar con una cobertura del 13.5%; una caída de 28.9 puntos porcentuales.

Las entidades con el mayor porcentaje de personas en carencia por acceso a servicios de salud son: Chiapas (66.1%), Oaxaca (65.7%) y Guerrero (52.7%). 

Rezago educativo

La educación es un pilar fundamental para el progreso social y el desarrollo económico, por lo que la carencia de acceso a una educación adecuada no solo merma la capacidad de los individuos para acceder a empleos de calidad, sino que también repercute en la competitividad de la economía en su conjunto. En este sentido, resulta preocupante observar un aumento de 1.6 millones de personas con rezago educativo entre 2018 y 2022.

Las entidades con menor porcentaje de personas en rezago educativo son Ciudad de México (9.7%), Coahuila (13.5%) y Nuevo León (13.5%). En contraste, Chiapas, Oaxaca y Michoacán presentan el mayor porcentaje de personas en rezago educativo con porcentajes de 31.1%, 29.1% y 28.9%, respectivamente. 

Las carencias sociales en educación y salud están íntimamente ligadas con el Progreso Social. Por ejemplo, en 2021, los tres estados con menor progreso social (Chiapas, Guerrero y Oaxaca), se encuentran también entre las primeras cuatro entidades con mayor porcentaje de personas en rezago educativo y carencia por acceso a servicios de salud. Estos rezagos en salud y educación no solo tienen implicaciones en el corto plazo, sino en la movilidad y progreso social de las personas en el mediano y largo plazo, por lo que es de gran importancia una mayor provisión de infraestructura social para corregir estas carencias tan significativas en el agregado nacional, así como para cerrar las brechas entre las distintas regiones del país.

Transferencias gubernamentales

Las transferencias gubernamentales desempeñan un papel fundamental en la reducción de la desigualdad y en la mejora de las condiciones de vida de las personas de bajos recursos. Sin embargo, es preciso reconocer la importancia de una política social focalizada hacia los hogares de menores ingresos. 

En 2022 el decil I (menores ingresos) tuvo una menor cobertura en comparación con 2018, pasando de 55% en 2018 a 45% en 2022. En contraste, el decil X (mayores ingresos) experimentó un aumento en el alcance de la política social, pasando de 9% de los hogares en 2018 a 26% de los hogares en 2022. En ese sentido, las transferencias gubernamentales tienen un carácter menos progresivo que lo observado en administraciones anteriores.

Así, aunque se observa un aumento generalizado en el porcentaje de hogares que recibieron transferencias gubernamentales respecto a 2020, los hogares de menores ingresos tienen menor cobertura en comparación con 2018. Por esto, se observa una asignación de recursos que no es óptima; cuyas estrategias no son focalizadas para beneficiar a las personas de menores recursos dado el presupuesto limitado. 

Comercio internacional y tipo de cambio

La relación bilateral con Estados Unidos desempeña un papel importante en el ámbito económico y comercial de ambos países. En particular, el flujo de exportaciones provenientes de México hacia Estados Unidos ha alcanzado una posición de gran significado en el contexto del comercio internacional, por lo que México se ha posicionado como el principal socio comercial de Estados Unidos al segundo trimestre de 2023. 

Es relevante señalar que la principal fuente de ingreso de dólares a México proviene de las exportaciones y el considerable flujo de dólares a la economía constituye una de las razones detrás de la apreciación progresiva del peso mexicano. Entre otras razones destacan la autonomía del Banco de México para tomar medidas de política monetaria conforme a su mandato de preservar el poder adquisitivo de la moneda nacional, el diferencial de tasas entre México y Estados Unidos y el apetito por riesgo de los mercados.

Ahora bien, la fortaleza del peso mexicano no beneficia a todos por igual, pues perjudica a quienes reciben ingresos del exterior, como las familias receptoras de remesas, ya que reciben menos pesos por dólar enviado. Lo anterior resulta relevante, pues uno de los componentes del ingreso que frecuentemente es enunciado como de gran importancia para los hogares de menores ingresos son las remesas provenientes del extranjero.

Del mismo modo, un peso mexicano más fuerte perjudica a quienes venden sus productos en el exterior (exportadores), porque se encarecen y pierden competitividad. 

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Para más información visita www.mexicocomovamos.mx

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