El lunes 20 de enero de 2025 inicia el segundo mandato del presidente Donald Trump, caracterizado por una retórica aislacionista hacia sus principales socios comerciales, México y Canadá, quienes son esenciales para que Estados Unidos mantenga su posición como la economía más avanzada frente al desafío de China.
El panorama para México es complejo, ya que enfrenta exigencias inmediatas de su principal socio comercial en temas clave como seguridad, migración y la creciente presencia de inversión china en el país. Además, la política comercial sigue siendo la herramienta de negociación preferida del presidente Trump para ejercer presión.
En esta publicación te contamos:
- Lo bueno. La profunda interdependencia de las cadenas de valor en Norteamérica y la necesidad de fortalecer la colaboración entre los socios del T-MEC para competir con el gigante asiático.
- Lo malo. La situación de inseguridad pública en el país y el poco tiempo de la implementación de la Estrategia Nacional de Seguridad.
- Lo feo. El anuncio de deportaciones masivas de migrantes mexicanos y de otras nacionalidades latinoamericanas hacia México.
- La oportunidad. La innovación necesaria para producir componentes estratégicos en la región especialmente en sectores de alta tecnología para disminuir la dependencia con Asia.
Lo bueno: la integración de Norteamérica
Desde la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en la década de 1990 y su evolución hacia el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC/USMCA/CUSMA) en 2020, las cadenas de valor en Norteamérica han desarrollado una profunda interdependencia. El tratado es una herramienta única e innovadora de comercio internacional que permite la integración vertical de la proveeduría de bienes necesarios en la región, crecimiento económico y prosperidad de los habitantes del bloque comercial.
El éxito del T-MEC depende del respeto y cumplimiento a su marco regulatorio, lo que incluye acatar las resoluciones de los paneles de controversias. Ejemplo de ello son los casos como el de las reglas de origen en la industria automotriz interpuesto por Canadá y México a Estados Unidos, o el panel sobre maíz genéticamente modificado, cuya resolución desfavorable recayó en México.
En 2024, la participación de las economías de Norteamérica en conjunto representa el 29% del PIB mundial. La resiliencia de sus cadenas de valor y la generación de empleos de calidad dependen de la colaboración de los tres socios comerciales para aumentar la presencia de Norteamérica en el mundo frente a China.
Durante las últimas dos décadas, las economías de Norteamérica mostraron un ritmo de crecimiento relativamente homogéneo. Sin embargo, desde 2018, México ha comenzado a desacoplarse de esta dinámica, posiblemente debido a la falta de certeza jurídica. Esto subraya la necesidad urgente de fortalecer el Estado de derecho en México y poder crecer a un mayor ritmo, alineándose nuevamente a la región.
Para que Norteamérica se mantenga como la región más próspera y competitiva del mundo, Estados Unidos necesita de sus socios comerciales: México y Canadá. La gran preocupación del incremento del déficit comercial de Estados Unidos con México no debe radicar en un monto, sino en el análisis de cómo están integradas nuestras cadenas de valor. Es decir, qué tan autosuficiente es el comercio entre miembros de la región para producir un bien final. Por ejemplo, los componentes de un automóvil pueden cruzar las fronteras de los tres países hasta ocho veces antes de convertirse en un vehículo terminado.
La seguridad alimentaria de Norteamérica está intrínsecamente ligada a la cooperación entre los tres miembros de este bloque comercial. Estados Unidos dirige la mayor parte de sus exportaciones agrícolas hacia México y Canadá, mientras que la disponibilidad de frutas y verduras frescas durante todo el año en Estados Unidos depende, en gran medida, de las importaciones de Estados Unidos provenientes de México.
En el marco regulatorio del T-MEC se prevé la primera revisión conjunta, la cual representa un momento idóneo para resaltar la profunda integración comercial de la región a manera de favorecer un resultado positivo. La cláusula de revisión o sunset del T-MEC en el Capítulo 34, artículo 34.7 indica que la Comisión de Libre Comercio (la Comisión) llevará a cabo una revisión del funcionamiento en el sexto aniversario de la entrada en vigor donde las partes podrán hacer recomendaciones. Las partes son responsables de manifestar por escrito si desean o no continuar con el tratado por 6 años más del plazo establecido en un inicio, por lo que la salida unilateral de una de las partes siempre es una posibilidad.
En caso de que las tres partes acuerden continuar con el T-MEC hasta 2042, se llevará a cabo otra revisión en 2032, cumpliendo con la revisión sexenal establecida en la cláusula de revisión. Si en 2026 no se llega al consenso de continuar con el T-MEC, las partes deberán llevar a cabo revisiones anuales hasta el año 2036, que fue la vigencia establecida en su entrada en vigor (IMCO, 2024).
Lo malo: la situación de inseguridad en México
Un reto impostergable de la presidencia de Claudia Sheinbaum es atender el problema de inseguridad en el país con una estrategia de enfoque regional íntimamente relacionado con la demanda de Estados Unidos de hacer frente a los cárteles y, en especial, atender el problema de la producción de fentanilo.
Una de las primeras acciones de la presidenta Sheinbaum fue presentar el pasado 8 de octubre la Estrategia Nacional de Seguridad, liderada por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, tema que se ha mantenido como prioridad en la agenda pública, destacando, por ejemplo, en el evento de los primeros 100 días de su presidencia.
La seguridad pública es una condición necesaria para la prosperidad compartida y los avances de esta estrategia serán paulatinos; sin embargo, destaca el decomiso histórico de más de una tonelada de fentanilo en diciembre del 2024. Sin duda, la comunicación entre los gobiernos de México y Estados Unidos será crucial para poder hacer frente a esta situación. Al mismo tiempo, una participación activa por parte de Canadá no solo reafirmará su compromiso con la seguridad regional, sino que también fortalecerá los esfuerzos conjuntos de los otros dos países.
Lo feo: las deportaciones masivas anunciadas por Trump y la falta de preparación del Instituto Nacional de Migración (INM)
México no cuenta con una estrategia integral para hacer frente a una posible crisis migratoria ante las deportaciones masivas anunciadas por Donald Trump. Desde una perspectiva presupuestal, el Instituto Nacional de Migración (INM) opera de manera persistente con recursos limitados. El Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2025 asigna apenas 1,700 millones de pesos, una cifra que contrasta significativamente con los más de 30,000 millones de pesos ejercidos hasta noviembre de 2024, según datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Hasta ahora, no se han anunciado medidas concretas que consideren recursos de esta magnitud para preparar la recepción de connacionales y migrantes de otros países en los próximos meses. Esto genera incertidumbre sobre la asignación y el ejercicio de estos fondos públicos y exige un esclarecimiento por parte de las autoridades mexicanas.
Es fundamental que los recursos del INM sean gestionados de manera eficiente para garantizar la protección de los derechos humanos, ofrecer mejores condiciones a los migrantes y agilizar el procesamiento de quienes llegan a nuestro país en busca de seguridad y oportunidades.
La oportunidad: la innovación necesaria para producir productos de tecnología avanzada en Norteamérica
Norteamérica es importadora neta de productos de tecnología avanzada. Utilizamos la balanza comercial de Estados Unidos para mostrar la dependencia que tenemos como región de insumos estratégicos para mantenernos en la frontera tecnológica mundial.
En el diagnóstico y desarrollo de la proveeduría de productos de alta tecnología, que al ser de mayor valor agregado ofrece mayores salarios a los trabajadores, podemos construir planes sectoriales de Norteamérica que detonen la prosperidad compartida.
El Plan México es un importante paso hacia este fin, pero sin duda es necesario desplegar esfuerzos importantes para atender los retos en materia de energía y agua suficiente para los procesos productivos, capacitación de nuestra fuerza laboral y fortalecer la certeza jurídica a la inversión.
Presentamos las importaciones de insumos de Estados Unidos en dos subsectores clave la economía digital: la fabricación de equipo de computación y accesorios electrónicos (334) y la fabricación de aparatos eléctricos (335), donde México tiene una participación crucial en la proveeduría regional. Es fundamental considerar estos resultados si lo que se busca es una Norteamérica menos dependiente de China.
Los retos económicos y sociales de México, Estados Unidos y Canadá están entrelazados por nuestra historia compartida, la colaboración entre los socios comerciales es fundamental para que Norteamérica sea la región más próspera y competitiva del mundo.
El Tratado entre México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC) juega un papel fundamental en la integración, por lo que México debe mantener una estrategia que sea beneficiosa para el país y para la calidad de vida de su gente. La revisión de 2026 se llevará a cabo con nuevos mandatarios en todos los países de la región, por lo que compaginar las agendas en ejes clave de oportunidad y mitigar los retos compartidos será lo único que puede otorgar continuidad al T-MEC y nuestra relación comercial.
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