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#ElDatoDeLaSemana: ¿Qué está pasando con los precios del gas LP?

  • La idea de crear otra empresa estatal para el gas LP resulta preocupante al considerar la experiencia actual con las empresas productivas del Estado, aseguran Adriana García y Brenda Flores.
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FOTO: GRACIELA LÓPEZ /CUARTOSCURO.COM

Este lunes el INEGI dio a conocer los datos de inflación del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) para julio de 2021. La tasa anual fue de 5.81% ; por encima del rango objetivo de Banxico por quinto mes consecutivo, pero cercana a las expectativas de analistas.

Resulta interesante descomponer este incremento en precios por su incidencia en nuestro bolsillo. De este modo, encontramos que el gas LP fue el bien que más aportó al incremento de precios. De julio de 2020 a julio de 2021 este energético incrementó casi 35% su valor .

Estos pronunciados incrementos son preocupantes, pues repercuten en el costo de todos los bienes y servicios que lo utilizan en su cadena de producción y además presionan el gasto de las familias más vulnerables.

Actualmente los precios del gas LP se encuentran en niveles no vistos desde el año 2000. ¿A qué se deben estas cifras? Por un lado, durante los meses de menor actividad económica por la pandemia, la producción de gas LP disminuyó —como fue el caso de muchos otros bienes—. Después, se fue reactivando la economía y la demanda incrementó, superando la oferta disponible e incrementando el precio.

¿Cómo funciona el mercado de gas LP en México y qué ha pasado en los últimos meses para causar que aumenten sus precios?

Primero hay que entender que el 70% del gas LP que México consume es importado, lo que significa que los mexicanos no producimos la cantidad necesaria de este bien para cocinar, calentar agua, transportarnos, entre otros usos. Por esta situación, existen empresas que compran este bien en el extranjero, principalmente en Estados Unidos y lo traen al país para su venta y consumo.

Hay que tomar en cuenta que en el mercado del gas LP no está restringida la participación de particulares, como estuvieron las gasolinas antes de la reforma energética, por lo que, es un mercado de libre competencia. Esto es muy importante, ya que las empresas que traen gas LP a México deben adquirirlo al precio de venta en Estados Unidos.

Así, debemos estudiar qué ha pasado con los precios en Estados Unidos, específicamente en Texas. La respuesta corta es que ha sido por los efectos de la pandemia en las actividades económicas y sociales y la dinámica de reapertura de actividades sociales. Pero también hay que incluir una serie de eventos climáticos adversos, producto del calentamiento global.

Ahora analicemos qué sucedió con la producción del gas LP en Estados Unidos en los meses de marzo y abril de 2020, cuando por la pandemia del COVID-19 se paralizaron las cadenas productivas. Se dejaron de fabricar coches, electrodomésticos, componentes de computadoras, etc. La industria es un consumidor muy importante de gas LP y por este motivo los productores decidieron producir menor cantidad de este bien para no incurrir en pérdidas en su manejo y almacenamiento. Adicionalmente, este energético había disminuido de precio.

Al reactivarse las cadenas productivas hacia finales del año pasado, la industria comenzó a demandar grandes cantidades de gas LP y los productores no estaban en condiciones de ofrecer la cantidad que demandaba la industria global, por lo que su precio comenzó a elevarse.

El fenómeno de que los productores no reaccionen tan rápido para aumentar la cantidad necesaria del energético es lo que conocemos como un choque de oferta en la discusión de los altos precios.

A la reactivación de actividades industriales hay que sumar las heladas que afectaron el sur de Texas, lo que también provocó un incremento en la demanda, ya que se necesitaba más gas para calentar los hogares. Además, esta situación también afectó la transmisión y entrega a los consumidores finales de otros energéticos. Todo esto ocasionó que el precio del gas LP se incrementara aún más por su escasez.

Ahora analicemos qué ha pasado con el comportamiento de los consumidores estadounidenses.

Con la implementación del paquete fiscal para proteger a los consumidores estadounidenses de los efectos económicos de la pandemia, el gobierno transfirió entre abril de 2020 y marzo de 2021 tres sumas importantes para evitar que su población cayera en pobreza y su consumo disminuyera.

Los estímulos de 1,200 dólares, 600 dólares y 1,400 dólares ( American Rescue Plan of 2021 ), que equivalen a 64,000 pesos mexicanos a un tipo de cambio de 20 pesos por dólar, ha provocado que los consumidores norteamericanos incrementen su consumo de bienes y servicios, provocando que estos y en especial los bienes intermedios en la fabricación eleven sus precios.

¿Las medidas que ha tomado el gobierno de México frente al alza de precios del gas LP es óptima?

Los precios máximos generan escasez de los productos e incentivan la proliferación del mercado negro. Resulta difícil pensar cómo la aplicación de precios máximos puede controlar el aumento de un bien que viene del extranjero. Las medidas drásticas para tratar de controlar los precios han generado inconformidad entre los productores, obstaculizando todavía más la recuperación de la producción. Además, fijar precios máximos presiona las finanzas públicas y los contribuyentes terminarán pagando el subsidio.

Es necesario impulsar la competencia de los gaseros e invertir en infraestructura para que su logística y distribución sea más eficiente y por tanto bajen los precios para los consumidores.

Más aun, la idea de crear otra empresa estatal para el gas LP resulta preocupante al considerar la experiencia actual con las empresas productivas del Estado. Solamente en 2020, Pemex tuvo un subejercicio de más de 100,000 millones de pesos. Esto refleja su poca capacidad administrativa. Además, tanto Pemex y CFE han representado pérdidas millonarias para los mexicanos en los momentos que más ayuda necesitan la población más vulnerable. No hace sentido destinar más recursos a las Empresas Productivas del Estado.

Otra empresa estatal ineficiente no será la solución al problema de los altos precios del gas LP. Esa iniciativa, tal vez bien intencionada, podría traer graves consecuencias a corto y largo plazo para la economía mexicana y para el bolsillo de sus contribuyentes. Se debe empezar a pensar en soluciones con efectos positivos que trasciendan la imagen política y la temporalidad de un sexenio.

Es urgente destinar esos recursos y esfuerzos en proyectos sustentables, en energías limpias con potencial de mejorar nuestra calidad de vida a corto y largo plazo.

Te invitamos a leer este artículo en Expansión.

Nota del editor: Adriana García ( @Adri_35 ) es coordinadora de análisis económico en ‘México, ¿cómo vamos?’ y Brenda Flores ( @BrenFlores04 ) es investigadora en ‘México, ¿cómo vamos?’. Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente a las autoras.

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