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#ElDatoDeLaSemana: ¿Qué significa un crecimiento del 19.6%?

  • La economía mexicana requiere regresar a la trayectoria y niveles observados en 2018 para que pueda haber una verdadera recuperación, consideran Adriana García y Brenda Flores.
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FOTO: VICTORIA VALTIERRA/CUARTOSCURO.COM

El viernes 30 de julio el INEGI dio a conocer la Estimación Oportuna del Producto Interno Bruto al segundo trimestre de 2021 . De acuerdo con esta estimación, el PIB creció 1.5% real trimestral y 19.6% anual. Este crecimiento de dos dígitos se debe a que está medido respecto al segundo trimestre de 2020, periodo en el que el indicador tuvo su peor contracción histórica y cayó 18.7%. Por esta razón se le considera un rebote, más que una recuperación.

Pero, ¿qué tan lejos estamos de una recuperación? Según la estimación, el nivel del PIB con cifras desestacionalizadas se encuentra cercano a su nivel del cuarto trimestre de 2016. Se espera que recuperemos el nivel de producción que teníamos al empezar la pandemia a finales de 2022.

Y, ¿por qué nos tomamos tan en serio una estimación? El dato observado del PIB trimestral lo sabremos el 25 de agosto. Ese desfase limita la capacidad de reacción de inversionistas y consumidores sobre sus decisiones económicas. Con la Estimación Oportuna podemos conocer el comportamiento de la economía del país casi un mes antes. La diferencia entre la estimación y el dato oficial suele ser menor a 0.2 puntos porcentuales. Es sobresaliente el grado de precisión en el cálculo de esta variable en México.

Así, en menos de un mes tendremos el resultado con mayor precisión. Este periodo permite que se incorporen en el cálculo más indicadores observados y se recurra menos a estimaciones econométricas. No obstante, la trayectoria será muy similar a la observada con la estimación más reciente del INEGI.

Por otra parte, en Estados Unidos también publicaron la semana pasada la primera estimación de su actividad económica. De acuerdo con cifras anualizadas, la economía estadounidense creció 6.5% al segundo trimestre de 2021. Esta cifra para México sería de 6.1% anual. Así, observamos que mientras que nuestro principal socio comercial ya regresó a sus niveles prepandemia, en México nos encontramos en un nivel de hace más de cuatro años.

Además, cabe destacar que el crecimiento de 1.5% trimestral en México se debe principalmente a la recuperación de las actividades secundarias y terciarias integradas a las cadenas de valor globales. Tanto en Estados Unidos como en México observamos datos de una recuperación en el consumo y en especial en los servicios.

El rebote observado hasta ahora en la economía mexicana ha sido impulsado por los apoyos otorgados en Estados Unidos y la urgente necesidad de la población de reactivar sus actividades. Sin embargo, en nuestro país persistirán los negocios que cerraron y miles de empleos perdidos si no se llevan a cabo medidas más contundentes. Todo esto sin mencionar que todavía desconocemos los retos económicos y de salud pública que traerá la variante Delta del virus SARS-CoV-2.

No podemos seguir dependiendo únicamente del proceso de reactivación de nuestro vecino del norte. México requiere una visión de largo plazo; políticas públicas que impulsen el crecimiento elevado y sostenido que requeríamos desde antes de la llegada de la pandemia. Cada mes 100,000 personas buscan incorporarse al mercado laboral y no se están creando los empleos necesarios para sumarlos, la pobreza y la desigualdad están creciendo; la calidad de vida de los mexicanos está en juego.

México no logrará una verdadera recuperación económica, y mucho menos un desarrollo social inclusivo, sin el papel activo y comprometido del Estado.

Te invitamos a leer este artículo en Expansión.

Nota del editor: Adriana García ( @Adri_35 ) es coordinadora de análisis económico en ‘México, ¿cómo vamos?’ y Brenda Flores ( @BrenFlores04 ) es investigadora en ‘México, ¿cómo vamos?’. Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente a las autoras.

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