Hoy 8 de septiembre es el día límite para que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) entregue al Congreso de la Unión el Paquete Económico 2022 que contiene la Iniciativa de la Ley de Ingresos, los Criterios Generales de Política Económica y el Proyecto de Presupuesto de la Federación (PPEF).
‘México, ¿cómo vamos?’ presentó la propuesta Presupuesto federal para recuperación para contribuir a la discusión sobre la asignación del dinero público en el segundo año de pandemia y en los primeros meses de recuperación económica, que consiste en reasignar dinero a personas en pobreza extrema, financiamiento a micronegocios, trabajadoras con seguridad social que perdieron su trabajo y mujeres que quieren trabajar.
El consenso del mercado es que México crezca 6.0% en 2021, frente a la contracción de 8.5% en 2020, la economía se habrá caído 2.5% entre 2020 y 2021 , sin contar los dos años que dejamos de crecer. En este contexto, es imprescindible que las mexicanas y mexicanos pidamos a nuestros legisladores un presupuesto consistente con las cuatro crisis que vive México en 2021: la crisis sanitaria, la crisis económica, la crisis social y la crisis en el sistema de cuidados.
El reto de superar la pandemia y aspirar a una recuperación incluyente y sostenida no se puede enfrentar con un presupuesto inercial, privilegiando a proyectos de infraestructura que no son rentables en el siglo XXI como la refinería de Dos Bocas, o destinar a Pemex mayores recursos a los que fue capaz de ejercer en 2020, o fortalecer presupuestalmente a las fuerzas armadas, cuando las y los ciudadanos nos enfrentamos a las nuevas variantes del COVID-19 y sus efectos sociales y económicos.
El paquete mínimo fiscal consistiría en cuatro programas para atender a las cuatro poblaciones vulnerables antes descritas. En línea con el gobierno de México, la propuesta con un costo estimado de 135,576 millones de pesos (0.54% del PIB) se financiaría a través de la reasignación presupuestal de proyectos que no están orientados a enfrentar la pandemia, esto es sin adquirir deuda y preservar la estabilidad de las finanzas públicas.
Los proyectos propuestos son:
– Suspensión total de megaproyectos (Dos Bocas, Tren Maya, Aeropuertos Santa Lucía y Tulum que equivale al 0.76% del PIB).
– Recursos adicionales para Pemex en 2021respecto a 2020 equivalente al 0.62% del PIB.
– Recursos adicionales a las fuerzas armadas respecto a 2020 equivalente al 0.04% del PIB.
En marzo 2021, también se presentó la propuesta de paquete mínimo para la recuperación de los sectores más vulnerables en México y se propusieron cinco indicadores para medir la respuesta para la recuperación y sus resultados al segundo trimestre de 2021 no son alentadores.
Presupuesto asignado a nuevos programas sociales de respuesta al COVID-19.
– Ningún programa nuevo.
2. Asignaciones adicionales para los programas sociales prioritarios del gobierno federal.
– 142,385 millones de pesos adicionales, de los cuales el 18% fue para el presupuesto del Programa Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores y 18% para el Programa Sembrando Vida. Mientras que los programas de Jóvenes Construyendo el Futuro y el programa de Mejoramiento Urbano disminuyeron su presupuesto asignado en 3% y 1%, respectivamente.
3. Asignaciones adicionales para microcréditos.
– 36,862 millones de pesos adicionales, principalmente en el Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares.
4. Asignaciones adicionales para infraestructura de cuidados.
– 805 millones de pesos menos a los cuidados, principalmente por la disminución presupuestal en Servicios de Guardería (IMSS).
5. Asignaciones adicionales para megaproyectos de esta administración y las fuerzas armadas.
– 83,468 millones de pesos adicionales, de los cuales el 68% de estos recursos corresponde a la Refinería de Dos Bocas y el 10% a recursos a las fuerzas armadas.
Estas estimaciones son un llamado a los legisladores en la discusión presupuestal 2022 para dimensionar lo que se podría hacer en gasto socialpara que México salga fortalecido de las crisis desencadenadas por la pandemia del COVID-19, sin aumentar la deuda pública y con recursos que ya se consideran para áreas que no son prioritarias para la recuperación.
Pero también, para que cada vez más las y los mexicanos nos involucremos en la discusión de nuestro dinero. De cada 10 pesos de ingresos públicos, 7 tienen origen en el sector privado; es nuestro derecho contar con un presupuesto que responda a los retos de la pandemia, que solucione la falta de empleo formal, que permita que más mujeres se integren al trabajo de mercado y que no existan en México personas en condición de pobreza extrema.
Aprovechemos que hoy 8 de septiembre arranca la discusión del nuevo presupuesto y como sociedad civil estemos al pendiente de que nuestros nuevos representantes tomen decisiones a la altura de las circunstancias.
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Nota del editor: Adriana García es investigadora enMéxico, ¿como vamos? , que registra a detalle el crecimiento económico del país. Las opiniones expresadas en esta columna corresponden exclusivamente a la autora.