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Cómo vamos en los estados donde hubo elecciones (Parte 2): Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas

  • Estos son los retos a los que los nuevos gobernadores de Oaxaca y Tamaulipas, y la virtual gobernadora de Quintana Roo, tendrán que enfrentarse y establecer programas de atención de largo aliento.
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FOTO: ADOLFO VLADIMIR /CUARTOSCURO.COM

En un esfuerzo plasmar en pocas líneas la agenda económica y social pendiente para los estados que el pasado 5 de junio 2022 tuvieron elecciones para elegir nuevo titular del ejecutivo local, estos son los retos a los que los nuevos gobernadores de Oaxaca y Tamaulipas, y la virtual gobernadora de Quintana Roo, tendrán que enfrentarse y establecer programas de atención de largo aliento.

Los problemas de un país tan diverso no se resuelven solos, así que acá les dejo una breve lista por estado, y para quien quiera saber sobre AguascalientesDurango e Hidalgo, acá está la liga a la primera entrega.

Es el estado con mayor número de municipios (570), equivalente a una cuarta parte del total nacional (23%). Sin embargo, sólo ¼ (153) eligen gobiernos por sistema electoral tradicional, y el resto (417) por usos y costumbres, lo cual le suma complejidad no sólo a los acuerdos políticos locales, sino a las necesidades de la gente en contextos culturalmente diversos y a la ejecución de políticas públicas.

Si bien el estado ya regresó a sus niveles prepandemia en términos económicos, con una recuperación relativamente ágil en 2021 gracias a una tasa de crecimiento por encima (7.4%) del promedio nacional (5% anual), mantiene retos históricos:

  • En promedio, en los últimos 5 años el estado ha tenido una tasa promedio de crecimiento económico de 0%; no se contrae pero no crece.
  • No genera suficientes empleos de buena calidad; el empleo registrado ante el IMSS no llega a la meta para integrar a los jóvenes en empleos formales. En el primer trimestre de 2022, el estado sólo generó 10% de su meta de creación de empleo formal registrado ante el IMSS.
  • Sumado a lo anterior, Oaxaca tiene la tasa más alta en informalidad laboral en todo el país, con 75 de cada 100 empleos sin prestaciones ni seguridad social.
  • 6 de 10 personas viven en pobreza laboral. Es la entidad en la tercera peor posición en este rubro en el país, con una tasa de pobreza laboral del 60%, más alta que el promedio nacional (38.8% en el primer trimestre del año) y aún mayor que la que tenía el estado antes de la pandemia (58.7%).
  • Con la inflación más alta en el todo el país en mayo 2022 (9.9% tasa anual), la pobreza y los empleos de mala calidad abonan a que más familias tengan problemas para comprar los enseres de consumo básico, como comida y productos de higiene personal.
  • En la agenda social, es inminente atender la crisis de la mala calidad de la vivienda, que se exacerbó durante la pandemia. Oaxaca encabeza lista en variables tales como mala calidad de materiales de construcción, amplia presencia de piso de tierra en los hogares, cocinas de .
  • La baja calidad de la educación se refleja en las altas tasas de analfabetismo a pesar de tener una buena parte de sus niños y niñas matriculados en la escuela en preescolar y primaria, con la salvedad de que en secundaria muchas niñas dejan de atender la escuela y, por tanto, el estado presenta el segundo nivel más bajo de educación de mujeres en todo el país.
  • Siendo un estado con tan amplia presencia de pueblos originarios, Oaxaca tiene una alta exclusión de personas indígenas y con discapacidad de la educación y alfabetización.
  • Otros factores clave para el desarrollo de la entidad son la necesidad de incrementar la esperanza de vida promedio en el estado –lo cual se logra, entre otras cosas, con mayor equidad en el acceso a los servicios de salud y educación para todas las personas–, así como la relevancia de mejorar su posición –actualmente en penúltimo lugar nacional– en conectividad de su gente por la vía de celulares.

Es un estado sobre el que pesan fuerzas opuestas que impactan en la calidad de vida de la gente, puesto que es evidente que su economía ha logado recuperarse tras la tremenda crisis pandémica que afectó al turismo internacional, pero la seguridad ciudadana, la violencia, y la presencia del crimen organizado han deteriorado el bienestar.

Sin embargo, los principales pendientes y retos sociales y económicos para la próxima gobernadora se resumen en lo siguiente:

  • Amplia presencia de crimen organizado y crimen violento, trata de personas y otros problemas de inseguridad, tanto percibida como registrada, incluendo una alta tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes.
  • Falta de certeza jurídica para la gente, puesto que a los escándalos de corrupción del gobierno del exgobernador Roberto Borge, se suma el bajísimo porcentaje de hogares con títulos de propiedad, dejando al estado en la posición 27 de 32 entidades federativas en este rubro.
  • Mala calidad de la educación, auque la tasa de enrolamiento es buena. Esto se sabe por la alta tasa de analfabetismo, tanto en población abierta como en grupos indígenas y personas con discapacidad.
  • Urgente atender la protección del medio ambiente, lo cual se suma al sargazo que nuevamente tiene niveles históricos, afectando la reactivación económica que tanto depende del turismo y el comercio. Romover el sargazo es además caro e intensivo en mano de obra, pero muy importante porque se pudre rápido y ahuyenta al turismo. Además, la erosión de la barrera de coral por el aumento de temperatura del agua y la falta de manglares en la costa ha dejado un impacto en la biodivesidad del estado, pero también en la seguridad ciudadana ya que los huracanes pegan con mayor severidad al contacto con tierra.

En resumen, el principal reto de la próxima gobernadora -que de confirmarse será Mara Lezama por la coalición de Morena-PVEM-PT-Fuerza por México- es la diversificación de su actividad económica, para dotarla de mayor solidez en un mundo donde el cambio climático afectará las costas y al turismo, sin menoscabo de la importancia de reforzar las capacidades del Estado para dotar de mayor seguridad a locales y turistas.

Un cuarto de la producción del estado de Tamaulipas depende del sector manufacturero, por lo que se augura que ha habido una recuperación estatal en el primer trimestre dado que las actividades secundarias que ya casi llegan a su nivel prepandemia. Así que su recuperación está siendo sólida, pero aún le falta, veamos…

El estado tiene muchas fortalezas, por ejemplo:

  • Ha duplicado su meta en empleos formales nuevos en el primer trimestre 2022; casi 15 mil empleos registrados ante el IMSS, que constituyen casi la mitad de su meta anual, en tan sólo el primer trimestre.
  • Tiene una tasa de informalidad laboral menor al promedio nacional, de 41.5% vs 51.1%, en una ligeramente mejor situación respecto al cierre de 2021.
  • Y, dada esa baja informalidad laboral, el estado tiene una menor proporción de personas en pobreza laboral que el promedio nacional: 33.4% vs 38.8% a nivel nacional.
  • El estado no ha llegado a sus niveles prepandemia en actividad económica, ni en disminución de la pobreza laboral, y de hecho en el último trimestre aumentó un poco esta última respecto al trimestre previo.
  • Históricamente, digamos, antes de la pandemia (entre 2016 y 2020), la tasa promedio de crecimiento económica de Tamaulipas había sido negativa, por lo que su expansión en 2021 y probablemente en el primer trimestre del año traiga buenas noticias para el estado.
  • Tiene una tasa de inflación mayor a la que se tiene en el promedio nacional (7.9% en la primera quincena de mayo 2022 en su comparación anual, vs 7.65%)
  • Al igual que Durango, Tamaulipas tiene una nómina del gobierno amplia y emplea al 5% de la población ocupada en el Estado.
  • Si bien el gobernador saliente Cabeza de Vaca prometió y cumplió con la tarea de pacificar el sur de la entidad –construyó una policía profesional, mejor preparada y pagada, capaz de confrontar y derrotar a células armadas del crimen organizado, usando la violencia legítima contra los violentos–, el costo humano y social en homicidios, feminicidios, desapariciones, plagios de migrantes, secuestro, extorsiones, huachicoleo de combustibles y cobros de piso ha sido inabordable para los tamaulipecos.
  • Aunque gobierno saliente presume menor incidencia (menores denuncias, no deja de tener casi 9 mil denuncias por homicidio, en un estado con apenas 3.5 millones de personas).
  • La presencia del crimen organizado ha sido histótica; entre los 1990 y la primera década del siglo XXI fue difícil distinguir entre el poder político y el crimen organizado en el estado.
  • Entre abusos que se registran en el estado por parte de instancias policiales y de procuración de justicia están desapariciones de personas inocentes por la Marina en Nuevo Laredo, el asesinato y calcinamiento de migrantes en Camargo a manos de la policía estatal, y la existencia de grupos especiales de la Fiscalía de Tamaulipas que operaban sin apego a la ley.

En la agenda social Tamaulipas registra altísimas tasas de muerte materno infantil, puesto que está dentro de las últimas siete posiciones de la tabla respecto al resto de los estados. Además, el estado tiene Una baja matriculación de niñas y niños en educación preescolar; la menor interacción con gobierno electrónico en todo el país, una muy baja confianza entre los vecinos y una baja  paridad de género en posgrados.

Y en términos políticos, el reto más grande para el siguiente gobernador es el de gobernar a un estado sumamente dividido, tanto en opinión respecto a lo que debe de hacerse en la agenda de gobernabilidad como respecto al apoyo que tendrá del electorado: fue el estado con la menor diferencia entre ganador y segundo lugar en 2022.

No hay recetas mágicas. Lo único que permitirá una recuperación sostenida y un crecimiento sustentable y de largo plazo será encontrar soluciones locales con una perspectiva nacional. Es por eso que en México, ¿cómo vamos? les dejamos una serie de fichas por estado, que permiten tener puntos de comparación.

Te invitamos a leer este artículo en Animal Político.

* Sofía Ramírez Aguilar es maestra en economía y directora de México, ¿cómo vamos?

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